Botonera

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14.12.24

XXIV. "DESPEDIRSE. FORMAS DE DECIR ADIÓS", Revista Shangrila 46-47, Jesús Rodrigo y Mariel Manrique (coords.), Valencia: Shangrila, 2024



EDUARDO HERVÁS (e)


CUATRO POEMAS DE PERFECTO FUEGO (1)




Calladamente, en el extremo de la noche
un cuerpo en los gestos del otro
inscribía como suplencia pulsaciones
entre las ruinas enrojecidas
del ámbito general de la carne

*

Crecer entre los pliegues de nuestra mirada.
Si a medianoche desea saber
lo que su deseo empieza a saber de él
en la suma, en la baza, en el juego
de cuya instancia me relego,
el viento espeso de pulsaciones dobla
su vida a mediodía – cuando irrumpe
en el vello de abolido blanco,
su motor histórico y violento,
avanza porque asume su empuje
sobre el dominio de reflejos
que rasgan mar y cielo

Lo que irradia la escena
vive al cortar la carne.
Dos cuerpos escinden un arco rojo.
Su gesto exige a su deseo
prolongar la lucha donde se distribuyen
el cuerpo y sus prolongaciones.

Ninguno de mis ojos piensa
que es propia su mirada.

*

De la emergencia marginal
mirar que se es mirado: cuerpo pudriéndose
confrontado a los haces de rayos solares.

Entre los pliegues de la carne se hundían
a roces clandestinos las simientes
de una insistente pulverización
a través de la vida y la violencia de las masas
de gestos que nos trastornaban
prodigando vulnerabilidad
por la transformación de nuestras manos: guerra
solicitando de nosotros sangre, tinta, semen
...............................................................................
...............................................................................
... sin nada que decir te engendro te persuado ....
...............................................................................


*

Bebes orín de cabellos blancos

entre los números
dados danzando
dagas ganando
gases gastando
madre en la mesa
            – sismos suman los sueños

El placer nos da poder
los martillos marcan el mediodía
el texto surge del propio incendio


1. Eduardo Hervás, Perfecto fuego (escrito entre 1971-1972), Valencia: Colección de poesía de la revista Septimomiau, 1979, posteriormente publicado en Rafael Ballester Añón (ed.), Eduardo Hervás. Obra poética, Valencia: Edicions Alfons el Magnànim, 1994.

*

PERFECTO FUEGO (2)
(9.4.72)

Los límites de la carne germinan
en sus armas: la materia
piensa la sangre de los cuerpos
un cuerpo sólo se hace visible
cuando crece en la carne de otro cuerpo.

2. Poema excluido del poemario Perfecto fuego (ed. Septimomiau, op. cit.) y publicado en R. Ballester Añón (ed.), Eduardo Hervás. Obra poética, op. cit.




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