EL OJO TRAS LA CELOSÍA
Miguel Ángel Montes Beltrán
La cámara avanza lentamente siguiendo la espalda de Keechie Mobley; solo vemos su media melena y sus hombros bajo el camisón. Con voz apenas audible, la oímos leer la nota arrugada que acaba de recuperar del cadáver de su marido, Bowie Bowers, recién abatido por la policía.
Hola, chica.
Te voy a echar de menos, pero tengo que hacerlo así.
Enviaré a buscaros a ti y al niño cuando pueda. No importa cuánto tarde.
Tengo que ver a ese niño.
Tiene suerte: te tendrá a ti para ir por el buen camino.
La cámara se detiene a la vez que Keechie. Vemos la emoción contenida de su rostro en primer plano cuando se vuelve hacia donde yace Bowie y pronuncia en el mismo tono las palabras finales de la nota.
Te quiero,
Bowie
La luz que la ilumina se va desvaneciendo gradualmente, a excepción del contraluz que perfila su cabello. Luego la imagen funde al negro definitivo de la traicionera noche.
[...]
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