Botonera

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9.11.22

V. "PÁJAROS", Revista Shangrila nº 41, Pasión Rivière (coord.), Valencia: Shangrila, 2022




LA METAMORFOSIS DE LOS PÁJAROS
Á metamorfose dos pássaros
Caterina Vasconcelos, 2020
(Fragmento inicial)

Fernando González García

Juan de Espinosa, Bodegón con pájaro muerto, 1651



1.

Salir del cine después de haber visto esta película, quedarse mirando a la gente que probablemente estuvo contigo en la sala, queriendo comentar, hablar con alguien sobre ella, pero a la vez necesitando estar solo, dar un paseo dejando que vuelvan imágenes, quizás sonidos; más difícilmente palabras, de las que queda una sensación que se quiere mantener, como se intenta hacer con los sueños interrumpidos por el anuncio del despertar. Hay que tener una memoria excepcional para retener un poema largo tras haberlo oído solo una vez. Después de la primera audición puede quedar un poso, la memoria de términos que se repiten, como pájaros, árboles, mar, madre, niños, la sensación de haber escuchado a alguien que era una persona y muchas, casi a tu lado; la impresión de haber asistido a un ritual con sus oraciones. Demasiadas cosas que requieren explicación, un esfuerzo de memoria. De ahí el deseo de hablar con alguien, de compartir. 

Duele no poder repetir un fragmento de lo oído, por mínimo que sea. ¿Cómo volver a esas palabras, a esa cadencia?

Afortunadamente, estas salas de cine dan a un paseo de arena bordeado por árboles. La arena hace recordar el mar. Los árboles… en portugués son as árvores, seres femeninos. Alguien que no está físicamente, pero me acompaña –seguramente mi hermano– me recuerda la existencia antigua de las dríades y hamadríades, ninfas de los árboles. Parece que en portugués se conserva esta vinculación de lo femenino y sagrado con los árboles. El suelo está lleno de excrementos de estornino. ¿No era un estornino pequeño el que vimos en la película, muerto, con las patas encogidas, sobre un pañuelo de hilo blanco? No: era un zorzal lo que los niños entierran, cubierto de flores y del miedo que de pronto les asalta de haber perdido a su padre marinero. 



Caterina Vasconcelos, La metamorfosis de los pájaros, 2020



¿No era ese zorzal un déjà vu? Tras el paseo, lo primero, al llegar a casa, fue buscar el origen del recuerdo. Y apareció el bodegón del siglo diecisiete con pájaro muerto –un jilguero–, de Juan de Espinosa, que está en El Prado. Si no me equivocaba, en la película el cadáver del pajarito, sobre manos infantiles y pañuelo de hilo, no estaba lejos de un bodegón con calabaza que venía un poco más tarde. No había pájaro muerto en el bodegón, pero estaba tan cerca su imagen de la natureza morta que era como si hubiera sido extraído y colocado antes, como se recortan de las fotografías personas cuya imagen debe estar en otra parte. Y solo sabes del conjunto roto al notar el vacío [...]

 



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