6. Cine y televisión
(1965-1970)
Luis Varela en Escala en Hi Fi. Televisión Española
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Los trabajos de Luis Varela en televisión, a lo largo de este año en que nos encontramos, continúan centrándose en las emisiones semanales de Escala en Hi Fi. Pero además de esa presencia habitual, participa en los repartos de tres programas dramáticos, dos espacios teatrales y otro en forma de serie, aunque de estructura igualmente teatral.
El primero, por orden cronológico, fue la adaptación televisiva de Don José, Pepe y Pepito, la obra de Juan Ignacio Luca de Tena que realizó Pedro Amalio López para el programa Primera fila. La obra se había estrenado en 1952 con mucho éxito y fue objeto de reestrenos en diversos teatros y giras por España. También se hizo una versión cinematográfica en 1961, dirigida por Clemente Pamplona. En televisión, esta que nos ocupa en la que participó Luis Varela, fue la primera adaptación de la pieza, con una fidelidad bastante ajustada respecto del original. Se emitió el 29 de enero de 1965 y entre actores del calibre de José Bódalo y Félix Fernández (79), se hallaban otros que, se daba la circunstancia, eran habituales en el doblaje, aparte de sus apariciones en televisión: Mercedes Barranco, Magda Rotger y nuestro Luis Varela.
79. Félix Fernández (Félix Fernández García, Cangas de Onís, 1897-1966). Actor teatral y cinematográfico de extraordinaria personalidad. Inicia su trabajo en Argentina donde estaba emigrado y formará parte de compañías teatrales tan emblemáticas como las de las actrices María Guerrero y Catalina Bárcena. Desde 1930 trabaja asiduamente en España entrando en contacto con el cine en los estudios parisinos de Joinville donde se realizaban las versiones en castellano de grandes éxitos. Sin abandonar los escenarios, desde 1940 es llamado con creciente asiduidad por directores de cine, participando en más de 150 filmes en papeles de reparto. Fue actor fijo hasta su fallecimiento en la filmografía de Luis G. Berlanga. En sus últimos años llegó a participar también en más de 30 espacios dramáticos de televisión. Las interpretaciones de Félix Fernández son auténticamente inolvidables y como muestra citaremos tres títulos antológicos del cine español: Esa pareja feliz (1951) dirigida por Berlanga y Bardem, Bienvenido, Mr. Marshall (1952) y Calabuch (1956) ambas realizadas por Berlanga. Estuvo casado con la gran actriz de doblaje Irene Guerrero de Luna (1901-1996).
Más adelante, el 8 de agosto, se emite otra adaptación dentro del programa Teatro para todos, de menor duración que Primera fila y el posterior Estudio 1 y de contenidos más ligeros, casi siempre comedias más bien intranscendentes, como era el caso de La muerte le sienta bien a Villalobos que dirigió Fernando García de la Vega. Procedente de una novela de Francisco José Alcántara, estuvo interpretada por un magnífico reparto de figuras del mejor teatro de entonces en España: Charo Soriano (80), Agustín González, Joaquín Dicenta, Julia Trujillo, Rafaela Aparicio, Emilio Laguna (81), Alfonso del Real, Erasmo Pascual…, con Luis Varela dentro de tan singular elenco.
80. Charo Soriano (Rosario Soriano Urbano, Madrid, 1928). Una de las grandes trágicas del teatro español; su calidad como actriz, su voz inconfundible y su adaptación a personajes desgarrados y dramáticos hacen de ella un nombre ineludible que, en el cine han sabido aprovechar algunos directores como Carlos Saura (de quien ha sido actriz habitual), José María González-Sinde, Juan Estelrich o Antonio Ribas con el que tuvo la oportunidad de realizar una gran interpretación en el personaje de Petra de Las salvajes de Puente San Gil (1966). También ha trabajado con frecuencia en televisión.
81. Emilio Laguna (Emilio Laguna Salcedo, Valladolid, 1930). Licenciado en Derecho, no siguió el camino de las leyes y se convirtió en actor, comenzando desde los puestos más bajos de la profesión. Con un talento indudable, una capacidad cómica extraordinaria y un registro que va más allá de la mayoría de papeles encomendados, de tipos muy específicos, Emilio Laguna es uno de los rostros más familiares y queridos del mundo de la farándula en España. Sus incontables obras de teatro (comedias, revista, farsa y también dramas) así como cientos de papeles en otras tantas películas (con directores que van desde Luis G. Berlanga a Juan A. Bardem pasando por Pedro Lazaga y tantos otros) en las que jamás pasa desapercibido, sin contar sus apariciones en televisión en distintos espacios, le convierten en uno de nuestros actores más prolíficos. De simpatía contagiosa, gran sentido del humor y optimismo, bien merece un reconocimiento mayor, al que le hace acreedor su calidad de gran actor.
La novela había obtenido el Premio Nadal en 1954 y se adaptó varias veces en TVE, como, por ejemplo, en el espacio titulado precisamente Novela, a lo largo de cinco capítulos.
Distinta fue la tercera aparición de Luis Varela en programas dramáticos en este año. Se produjo dentro de una serie escrita por Noel Clarasó y dirigida por Ricardo Blasco titulada Tú, tranquilo (82), al servicio casi exclusivo de Antonio Garisa que se hallaba en el momento más alto de su popularidad. El episodio al que hacemos referencia se llamó Un pobre señor y junto al inefable protagonista, se encontraban Manuel Alexandre, Erasmo Pascual y Margarita García Ortega, además de Luis Varela.
82. Una expresión que había hecho célebre el protagonista de la serie, el actor cómico Antonio Garisa.
Pido de nuevo a Luis que trate de recordar algunos de los espacios de televisión de los que tenga especial memoria entre los muchos que hizo en la etapa final de los años sesenta, sobre todo. Ahora dejando aparte el comentado Escala en Hi Fi; es decir, solo dentro de los programas dramáticos que en aquellos momentos tanto se prodigaban en TVE. Intento ayudarle con algunos títulos y enseguida, su mirada parece iluminarse al tiempo que esboza una leve sonrisa.
Los programas que me nombras, me suenan bastante. El que más, La risa española, que era una especie de Estudio 1 pero solamente dedicado a obras teatrales cómicas, o mejor, de comedia, escritas por autores españoles. Hice algunos de ellos, pero no pensaba que los cuatro que me citas. Y es que echo la vista atrás y no dejo de asombrarme con la cantidad de trabajos que hice en televisión, de todo tipo. De Jardiel Poncela, un autor al que he representado bastante y que me gusta mucho, hicimos Los 38 asesinatos y medio del Castillo Hull, que es una obra poco conocida que algunos tildan de menor sin razón. Jardiel no tiene obras menores, a mi juicio. La dirigió Domingo Almendros, uno de los históricos de TVE y tuve oportunidad de trabajar con actores excelentes como Valeriano Andrés, que tenía una comicidad muy personal que combinaba con algo de absurdo y mucha ternura; también recuerdo a Valentín Tornos, antes de hacerse tan famoso con el Un, dos, tres de Ibáñez Serrador e igualmente recuerdo a Julio Goróstegui, un actor muy frecuente en televisión que era ya veterano entonces. En cuanto a Todos eran de Toronto, apenas recuerdo nada; quizá la presencia de Lolita Herrera y poco más. Sin embargo, sí me suena más A las cinco de otras tardes, una pieza de Álvaro de Laiglesia muy en la línea codornicesca que hice con José María Prada y que realizó Pérez Puig.
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