Botonera

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11.2.22

IX. "LUIS VARELA. ACTOR TOTAL. LOS GRANDES GENÉRICOS ESPAÑOLES", Gabriel Porras, Valencia: Shangrila 2022.



7. Regreso a las tablas





Con la salvedad de su intervención en La revoltosa en 1963, primera de las sucesivas veces en que en adelante Luis Varela interpretará la famosa zarzuela de Ruperto Chapí, nuestro actor no vuelve a los escenarios teatrales hasta 1969. Lo hace contratado por Enrique Guitart quien ha decidido adaptar al castellano una obra de Peter Ustinov, A mitad del camino, que llegaba precedida de considerable éxito fuera de España. 

De nuevo se trató de abordar el problema generacional que, en la década de los años sesenta, fue un tema reiterado. Peter Ustinov lo plantea desde su particular preocupación por la juventud, que había ya expuesto en otras obras teatrales como El amor de los cuatro coroneles. Sabido es que el célebre actor, director y autor, siempre manifestó un profundo interés por los ambientes y circunstancias que aquejaban a la infancia y la juventud, con una participación activa en numerosos proyectos al respecto, incluida su colaboración como Embajador de Buena Voluntad de la UNICEF durante casi cuarenta años.

La obra se sitúa claramente dentro de, o desde, un punto de vista juvenil frente a los conflictos que las nuevas ideas, costumbres y corrientes acarreaban en la vida particular, como expresión de enfrentamiento familiar, de incomunicación y de lucha, que formaba parte del inconformismo y la rebeldía que los jóvenes de entonces mantenían dentro de la sociedad en general.

Ustinov ubica la acción en un medio social perteneciente a la alta burguesía británica, cuando el padre de familia, militar de alta graduación, regresa a casa tras cuatro años seguidos destacado en un país asiático. Allí encuentra un cuadro que no imaginaba, con sus hijos entregados a las ideas y costumbres hippies, dando lugar al desencadenamiento del conflicto, más por la incomprensión que por una dogmática negación de una realidad que se impone.

La obra, que estuvo adaptada por Ana Diosdado con gran respeto por el texto original, formó parte de un grupo en el que unos cuantos ejemplos más giraban en torno al tema expuesto, al que no fue ajena la propia Diosdado con sus propias obras teatrales, en especial con la exitosa Olvida los tambores de la que habrá ocasión de ocuparse más adelante, toda vez que Luis Varela formó parte del elenco cuando se estrenó. 

A mitad de camino fue dirigida por Ramón Ballesteros, director escénico a quien Luis Varela recurrirá cuando, años más tarde, decida formar compañía, en la seguridad de su pericia. Algo que demostró en este montaje, que fue muy bien recibido por el público y la crítica.

En su amplia reseña sobre el estreno de A mitad de camino, en el diario ABC se escribió, entre otras cosas:

Enrique Guitart ha hecho un estudio acabado de su personaje para realizar una versión insuperable en su doble y dispar vertiente, rica en matices de todo tipo y en contrastes estupendos; Luis Varela le da la réplica en todo momento. (90)

90. Pérez Fernández. ABC (31 de agosto de 1969).

Enrique Guitart y Josefina de la Torre (91) encabezaban el reparto en el apartado generacional de los padres, mientras Patricia Nigel, Javier Campos, Teresa del Olmo…, encarnaban a los jóvenes, contando igualmente con la presencia de, entre otros, el actor característico Miguel Armario. Toda la actuación fue destacada en la crítica, así como la ambientación, con decorados de Santiago Ontañón y el propio montaje escénico.

91. Josefina de la Torre (1907-2002). Poetisa y actriz canaria, hermana de Claudio de la Torre. Además de publicar varios poemarios tanto en España como Estados Unidos, fue una actriz dedicada esencialmente al teatro, formando compañía propia en varias ocasiones. A la par de esas dos facetas artísticas esenciales en su vida, Josefina de la Torre escribió novelas, fue cantante y actriz radiofónica y trabajó en doblaje. Mujer de exquisita sensibilidad y clara inteligencia, formó parte de la Generación del 27. No se prodigó mucho en el cine y siempre con intervenciones breves. Más abundante, sin embargo, fue su trabajo en televisión tanto en series como en programas dramáticos. Su presencia y su estilo añadían a sus actuaciones un encanto especial. Josefina de la Torre estuvo casada en segundas nupcias con el también actor Ramón Corroto (1930-1980).  

El papel que me ofrecieron y el tema en general de la comedia, me atraían mucho, comenta Luis. Entonces estaba muy en boga todo lo relacionado con la incomprensión familiar entre padres e hijos, el llamado conflicto generacional. Peter Ustinov, al que conocí personalmente cuando compartí decorados con él en Un ángel pasó por Brooklyn, me caía muy bien como persona y había oído hablar de sus obras y su contenido humano, social y comprometido. Tenía un papel bonito, incluso teniendo en cuenta de las situaciones en que se encontraba el personaje. Aprendí mucho con Enrique Guitart, un actor veterano con una gran carrera detrás. Fue un regreso a las tablas excelente. Tanto es así que reinicié mi carrera escénica con fuerza y durante unos cuantos años estuve haciendo teatro ininterrumpidamente.

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