Un grupo de amigos, la atracción por el cine, la tensión entre institución y activismo, el poder de la imaginación, la fuerza de la tecnología. Estos y otros elementos se dan cita en Debord en Lavapiés, novela de múltiples tonos, geométrica y heterodoxa, fantástica y realista, donde los anhelos de los protagonistas se esconden entre la noche y la bruma.
Debord en Lavapiés es una sátira de lo individual y lo colectivo, una ficción cinéfila, un viaje conspiranoico al corazón de Madrid. La novela se asoma a unas vidas condicionadas por el arte y la política y lanza una mirada a la burbuja de una generación que quizás nunca existió.
Construida a través de una narración en tres hilos correspondientes a tres tiempos en los que el núcleo principal se desintegra paulatinamente, Debord en Lavapiés proyecta las viejas sombras del Oulipo o del Situacionismo en el mundo actual, jugando con la intertextualidad, el humor, la reflexión y, sobre todo, desvela una contrahistoria que impulsa los deseos y aspiraciones de cambio de los protagonistas.
Decía Guy Debord que «los sectores de una ciudad son hasta cierto punto descifrables, pero el significado personal que han tenido para nosotros es incomunicable, como toda la clandestinidad de la vida privada, respecto de la que no poseemos más que lastimosos documentos». Sobre esa vida privada, inaprensible y desplegada sobre el mapa de un territorio, se superpone una ficción política que dialoga con el sueño novelístico que Ricardo Piglia expresaba en Respiración artificial: «en mi caso no se trata de narrar (o describir) esa otra época, ese otro lugar, sino de construir un relato donde sólo se presenten los posibles testimonios del futuro», refiriéndose a «un historiador que trabaja con documentos del porvenir».
Faustino Sánchez. (Albacete, 1983) compagina desde hace años una vida profesional ligada a la ciencia de datos y a la inteligencia artificial con sus dos grandes pasiones, el cine y la literatura. En 2011 publicó junto a Aarón Rodríguez el libro de análisis fílmico Retratos de familia, tránsitos del cine y desde 2007 ha publicado textos sobre cine y literatura y artefactos diversos en Shangrila, Detour, Transit, Visual 404, El rayo verde, Narrativas y El problema de Yorick. Apasionado desde la infancia por la literatura, admira a autores diversos: clásicos decimonónicos como Stendhal, George Eliot o Dostoievski; posmodernos estadounidenses como Thomas Pynchon, Don DeLillo o David Foster Wallace; heterodoxos como Georges Perec, Iris Murdoch o Fleur Jaeggy.
Es Ingeniero de Telecomunicación, Doctor por la Universidad Politécnica de Madrid y funcionario del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado. Desde 2010 vive en Lavapiés, recorriendo sus calles, observando sus fantasmas y su vida en comunidad.
Debord en Lavapiés es su primera novela.
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