Botonera

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27.5.21

VII. "ISLAS. FUGA Y ABISMO", Mariel Manrique (coord.), Valencia: Shangrila 2021



LAS ISLAS DE KIM KI-DUK 
Irene de Lucas
[Fragmento]



La Isla



[...]

Las historias de Kim Kim-duk giran siempre en torno a un personaje –a lo sumo un binomio–, epicentro del relato, que funciona a todos los efectos como una isla geográfica respecto al entorno que le rodea. Separados de esa plataforma continental que es la sociedad, sus protagonistas se caracterizan por una carencia de vínculos materiales y afectivos con el resto del mundo; incluso cuando conviven con otros personas en una ciudad, su existencia es insular. En algunos casos, como el viejo de El Arco (2005), que vive en un barco en medio del océano, o el monje budista de Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera (2003), recluido en un templo flotante perdido entre las montañas, este aislamiento es físico y deliberado, en islas-refugio; en otros, como los de los protagonistas de La Isla (2000) y Hierro 3 (2004), es la elección de una forma de vida –de supervivencia– casi fantasmagórica para evitar relacionarse con un entorno hostil del que no pueden escapar físicamente, como en los dos ejemplos anteriores.

Para un tercer grupo de personajes, la condición de isla viene impuesta por el designio egoísta de otra persona. Es el caso de varias de sus protagonistas femeninas, atrapadas en una relación de dependencia o de sometimiento por sus captores –la esposa maltratada de Hierro 3, la joven de El Arco, ajena a su cautividad en el barco, la esposa sumamente infeliz de Aliento (2007) o la protagonista de Dream (2008), atrapada en los sueños de otro y condenada a vivirlos–, pero también el discípulo del monje en Primavera…, aislado del mundo exterior desde su infancia en un espacio sin muros ni barreras físicas que le impidan escapar. Finalmente, en las historias que se desarrollan en un contexto urbano, la condición de isla suele estar determinada por una exclusión social impuesta que, a su vez, lleva al personaje a recluirse en sí mismo. Así, las prostitutas, vagabundos, asesinos, proxenetas, delincuentes y criminales de todo tipo abundan en el cine de Ki-duk, incluso entre sus protagonistas, especialmente en los filmes de sus inicios, como Ag-O (1996), La Isla (2000), Bad Guy (2001) o Domicilio Desconocido (2001), pero también en su filmografía posterior: la prostituta adolescente de Samaritan Girl (2004), el asesino –prisionero– de Aliento (2007) o el criminal de Pietà (2012).



El Arco / Primavera...


Todos y cada uno de ellos, aparentemente sin vínculos con otras personas y con la sociedad en su conjunto. Sin familia, sin amigos, sin profesión, a menudo sin hogar. Subsisten por sus propios medios y siguen sus propias reglas porque están solos en el mundo. Todos ellos son islas; incluso cuando son prisioneros de una relación de co-dependencia con otro personaje, se aíslan dentro de sí mismos y terminan por romper ese único vínculo que les ha sido impuesto, y escapan. A esta carencia de lazos afectivos y sociales se suma la ausencia total de información sobre su pasado; desconocemos su historia, pero su singularidad y su voluntad de aislarse, de existir al margen del mundo exterior, es evidente. El monje de Primavera… es un ermitaño completamente autosuficiente, y el viejo de El Arco solo interactúa con el exterior para abastecerse de lo necesario para subsistir y comprar el ajuar de su futura ceremonia nupcial. En ambos casos, viven una existencia plena en sus respectivas islas, y es la entrada de terceros, ajenos a su microcosmos, lo que provoca el caos y desencadena la pérdida del alter ego con el que comparten su aislamiento –el discípulo en el primer caso y la futura esposa en el segundo. En el caso de Hee-Jin, la protagonista de La Isla, Jang Jin, la esposa desencantada de Aliento, la joven de El Arco y Sun-hwa, la mujer maltratada de Hierro 3, su existencia se acota a un espacio cerrado, un entorno carcelario que de alguna manera controlan, porque es la extensión de su universo: el complejo pesquero de casas flotantes, la prisión, el barco y su mundo interno, respectivamente. 

Los personajes isla se definen, como su equivalente geográfico, por dos polos relacionales opuestos: uno de ruptura hacia el exterior y otro de cohesión interna, ambos correlativos en intensidad –a mayor aislamiento, mayor cohesión interna. Si la ruptura externa es lo que determina el aislamiento geográfico de una isla, en los personajes es esa ausencia de vínculos con la sociedad. La cohesión interna que acompaña la condición de isleño es la identidad diferenciada, el universo interno de reglas y costumbres que rigen dentro de su isla, del todo inaccesibles –incomprensibles– para el visitante y que refuerzan esa existencia diferenciada en contraposición con el exterior. Esta identidad diferenciada en los personajes isla se traduce en sus historias en una peculiar forma de vida, gobernada por una serie de rituales que practican cual disciplina porque son lo que da coherencia y sentido a su existencia [...]





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