Botonera

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3.3.21

y XIV. "ENTRE ADOQUINES: CINE Y MAYO 68", Manuel Vidal Estévez, Valencia: Shangrila 2021

 


El fondo del aire es rojo. Una mirada a diez años de historia de la izquierda a golpe de archivos



El fondo del aire es rojo (Chris Marker, 1977)



El 11 de septiembre de 1973, martes, tiene lugar el golpe militar de Pinochet en Chile. El presidente Salvador Allende muere en el bombardeo de la Casa de la Moneda. El general Pinochet impone su feroz dictadura. Es el acontecimiento político por excelencia de la década. La izquierda es derrotada en un baño de sangre. Tal fue su repercusión que Chris Marker decide realizar un nuevo film. Cuatro años después da a conocer El fondo del aire es rojo, que se estrena en París a finales de 1977.

La violenta extinción de Salvador Allende fue el detonante de su realización. Pero el film no trata solo de Chile y el fracaso de la Unidad Popular frente al imperialismo americano. Sino de las sucesivas derrotas de la izquierda mundial a lo largo de la década de los sesenta, o como precisa el subtítulo 1967-1977. Es decir, desde la muerte del Che en 1967 a la ruptura del Programa común de la izquierda francesa en 1977.

Dividido en dos grandes partes, Les Mains Fragiles y Le Mains Coupés, cada una de ellas dividida a su vez en otras dos: Du Viet-Nam à la mort du Che, Mai 68 et tout ça…; du printemps de Praga au programme commun y du Chili à… quoi, au fait?, El fondo del aire es rojo es un documental. Un documental de montaje que se sirve de diferentes archivos de imágenes, algunas de ellas rodadas por Chris Marker, y diez voces over. (206) Un documental polifónico, pues. Y cuya narración aborda diez años de la historia de la izquierda mundial. Podría resumirse también como un tratado acerca de las derrotas del comunismo, ya sea a manos del imperialismo americano o de su adversario el imperialismo soviético. Me permito resumirlo de este modo, aunque resulte intempestivo y abrupto; pero no hay mejores palabras que puedan condensar la lógica de su desarrollo. También podría decirse, de los fracasos de los intentos revolucionarios de una década. Pero prefiero el primer enunciado, derrotas de los partidos comunistas, porque es más explícito y también porque se proyecta hacia el futuro, y además delata la mayor efectividad del contrincante. El fondo del aire es rojo es, en una palabra, un buen compendio de la década. Acaso no se haya realizado otro mejor, almenos que yo conozca. De él se desprende un pesimismo que con el paso de los años se ha evidenciado lucidez.

206. Nueve de estas voces ejercen de narradores parciales son: Simone Signoret, Jorge Semprún, Davos Hanich, Sandra Scarnati, François Maspero, Laurence Cuvillier François Périer, Ives Montand, Jean-Claude Dauphin. Y la décima, a la que llamamos narrador principal, es la de Chris Marker. A partir del genérico del DVD, editado por ARTE/ISKRA/INA, París, 2013. 

La crítica de la prensa de izquierdas lo señaló con claridad en el momento de su estreno. “Este gusto manifiesto por el fracaso revela en el realizador un pesimismo que le sitúa al borde de la resignación” (207), afirmaba el diario La Marseillaise. A su vez, el periódico comunista L´Humanité-Dimanche, decía: “Desde lo alto de su mesa de montaje y de su pluma de comentador, Chris Marker se divierte a veces con cinismo, a menudo con desdén, al mostrar las espinas más gruesas que las rosas y nos promete próximos días decepcionantes, sin jamás reconsiderar nada. Pesimismo y nihilismo, es un film desmovilizador”. (208) Sin duda, esta crítica es más sugerente, infinitamente más matizada, pero en lo sustancial coincide con la anterior. El pesimismo es su denominador común.

207. Obtenida del libreto del DVD, París: ARTE/ISKRA/INA, 2008 y 2013, p.12.
208. Libreto del DVD, op. cit., p.12.

Asimismo, años más tarde, con motivo de su emisión en televisión, el mismo periódico aseguraba: (Film) “todavía hoy ineludible para quien preso de las ideas revolucionarias se haga preguntas acerca de su puesta en práctica y afronte sus contradicciones. Funciona como un replanteamiento en perspectiva de las esperanzas ciertamente decepcionadas, pero que, desmenuzadas, analizadas, digeridas, deberían suministrar cómo roturar mejores resultados”. (209) [...]

209. Ibidem.

[...]
“Lo que me apasiona es la Historia, y la política me interesa solamente en la medida en que es el fallo de la Historia en el presente”, dejó dicho Chris Marker en una de las raras entrevistas que concedió, exactamente el miércoles 5 de mayo de 2003, en el periódico Libération, titulada Rare Marker. En esas fechas rehuía cuanto podía su imagen de cineasta militante. Prefería que lo consideraran viajero e historiador.

Y Chris Marker, como narrador, concluye el film: “El sueño comunista ha implosionado. El capitalismo ha ganado una victoria, si no la guerra”. Perder pareciera el fatum de la izquierda. A este fatum se refiere El fondo del aire es rojo. Como si su tiempo se conjugara siempre en presente, y tanto el ayer como el hoy se fundiesen en un tiempo único. De ahí, quizá, que no se nos ofrezca respuesta alguna a la pregunta de la cuarta parte de la película. Poco importa. Es otra pregunta la que se nos plantea aquí y ahora. ¿Qué podemos decir hoy, cuando ya el fondo del aire no es ni muchísimo menos rojo?

Hoy me resulta más evidente que ayer: El fondo del aire es rojo, 1977, de Chris Marker, es un film irónico. En el momento de su estreno, me pareció básicamente un film pesimista, no en vano hace el recuento de las innumerables derrotas de los movimientos emancipatorios de la década 1967-77. El mausoleo que de hecho es no incluye solo a las víctimas, sino a la propia izquierda. Por eso ahora me parece más bien un film irónico, sin menoscabo alguno del resquemor de su discurso. Poco importa que aluda a una nueva izquierda en algunos momentos de su desarrollo. La forma de cuanto se nos despliega en la narración se nos muestra obviamente tangible. El cómo se cuenta es tan importante como el qué se cuenta. Y la continuidad con el resto de algunas de las obras de su autor, se hace más patente. Es comprensible que quisiera ser considerado más historiador que militante.

Acabemos recordando a Virginie Linhart, hija de Robert Linhart (230), uno de los impulsores del movimiento maoísta en Francia, y que en las primeras líneas de su novelización Le jour où mon père s´est tu, sobre la experiencia de su padre, el intento de suicidio en 1981, y su hundimiento en el silencio a partir de entonces, nos dice: “Era la primavera de 1981, la primavera de mis quince años, de sus treinta y seis años –nacimos los dos en el mes de abril–, a un puñado de días de la elección de François Mitterrand. La izquierda al fin en el poder, después de una larga espera, era algo que iba a ser verdaderamente alegre; pero no, no lo fue en absoluto”. (231)

230. Roger Linhart (1944-). Sociólogo y filósofo francés. Se unió muy joven a la Unión de Estudiantes Comunistas (UEC). Perteneció al círculo más próximo de Louis Althusser. En el curso 1964-65 fundó los Cahiers Marxistes Leninistes. Excluido de la UEC, fundó en 1966 la Unión de Juventudes Comunistas Marxistas Leninistas UJC (ml). Se une a la Gauche Proletarienne fundada por Benny Lévy. El 10 de mayo, víctima de problemas psíquicos entró en una cura de sueño, cuando los acontecimientos de mayo se sucedían.
231. Virginie Linhart (1966-). Hija de Robert Linhart. Diplomada en estudios políticos, realizadora de documentales. Autora de la novela Le jour où mon père s´est tu (El día en que mi padre se calló), París: Seuil, 2010.




Cuatro páginas de Cine entre adoquines
Capítulo: El fondo del aire es rojo




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