Bernhardt, capitán de industria
Johannes Eberhard Franz Bernhardt nace en la ciudad prusiana de Osterode, a orillas de los lagos de Masuria, el primer día del año 1897. Su padre fallece cuando él es aún muy pequeño y su madre regresa para criarlo a la casa familiar en Silesia. Apenas salido de la adolescencia, asume el papel de hombre de la casa. Trabaja, estudia Derecho en la Universidad de Bratislava, se presenta voluntario para cumplir el servicio militar en el arma de artillería, combate en la Gran Guerra –en la batalla del Somme como soldado raso, en el frente ruso ya con los galones de teniente– y es condecorado con la Cruz de Hierro de segunda clase. (11) Al finalizar la contienda se instala en Hamburgo, en cuya universidad estudia Economía y Finanzas. Tiene veinticinco años y ya se ha dado cuenta de que el mejor negocio en Alemania es el armamento. Procede buena parte de este de las fábricas de la pujante Unión Soviética, así que Bernhardt abre una agencia en San Petersburgo, recién rebautizada como Leningrado. También en Sao Paulo, donde, consciente del potencial de crecimiento de Latinoamérica, establece una agencia de importación y exportación. Pero es en Hamburgo donde sus inversiones se multiplican: una finca en las afueras, una docena de edificios de apartamentos en el centro y dos barcos propios en el puerto lo convierten en propietario de un abultado patrimonio en una República de Weimar sumida en una feroz crisis económica. Las autoridades fiscales no pueden menos que fijarse en él, que se ve obligado a deshacerse de su incipiente flota y a hipotecar algunas propiedades inmobiliarias para saldar sus deudas con el fisco. No importa. Bernhardt nunca mira atrás. Entra en el negocio de la maquinaria y los productos industriales.
11. Los datos biográficos anteriores a su llegada a Tetuán proceden de ABENDROTH, Hans-Henning, op.cit., p.40.
En 1926 se casa con la hija del empresario y cónsul alemán en Rosario (Argentina), Ellen Wiedenbrüg, y un año después tienen una hija a la que ponen el nombre de Marion. El segundo hijo del matrimonio nace en Tetuán en agosto de 1932. Según unos, el matrimonio Bernhardt ha llegado hasta allí por la onda expansiva del crack económico de 1929 (12); según otros, después de que un escape de gas, en el que su naviera está implicada y que ha provocado diez víctimas mortales, le haya obligado a abandonar Alemania.
12. RIAMBAU, Esteve y TORREIRO, Casimiro, Productores en el cine español: Estado, dependencias y mercado, Madrid: Cátedra / Filmoteca Española, 2008, p.700.
En Marruecos, los intereses germanos en los yacimientos de minerales están representados por el grupo Krupp-Mannesmann, para el que trabaja Bernhardt antes de integrarse como jefe de ventas en la empresa de importación y exportación de vehículos que regentan los hermanos Herbert y Oskar Wilmer, con sede en Tetuán y sucursales en Larache, Tánger, Melilla y Casablanca. (13) Los hermanos Wilmer han llegado a Marruecos mediada la década anterior para hacerse cargo de la empresa de su tío, dedicada a la importación y venta de material europeo. Además, en algún momento Oskar Wilmer contrae matrimonio con Alice Wiedenbrüg, la hermana pequeña de Ellen. Susel, la mayor, se queda en Argentina y se casa con un tal Bachinsky o Baczinsky, según grafías. No sabemos si fue antes el huevo o la gallina, pero la condición de miembros del Partido Nacionalsocialista, el NSDAP, de los tres caballeros teutones convierte sus relaciones en algo más que un mero contrato laboral o una relación familiar. El grupo de la Auslandsorganisation –la sección del partido en el exterior– radicado en el Marruecos Español apenas cuenta con treinta miembros, así que los tres colaboran con los servicios de información alemanes y participan en las operaciones de propaganda en el norte de África. Dichas actividades están coordinadas por el ingeniero de minas y jefe del partido en Tetuán Adolf Langenheim. (14) Está este casado con la hija del cónsul alemán y figura como director del Sindicato Español de Exportación Minera. Langenheim y Bernhardt viajan a Berlín con cierta frecuencia para cerrar negocios in situ y coordinar acciones de propaganda. Con tanto afán comercial y propagandístico, no puede uno extrañarse de que no haya quedado constancia del interés de Bernhardt por el cine en esta etapa, ni de la asistencia de la familia Bernhardt-Wiedenbrüg al Teatro-Cine Nacional o al Monumental Cinema, las dos salas principales de la ciudad. Además, el matrimonio ha tenido otro vástago: Ralf Pablo.
13. Boletín Oficial de la Zona de Protectorado Español en Marruecos, nº 36, 31 de diciembre de 1934, p.496.
14. IRUJO, José María, La lista negra: Los espías nazis protegidos por Franco y la Iglesia, Madrid: Aguilar, 2003.
Su actividad profesional lleva a Bernhardt a entablar contacto con algunos mandos del ejército en la capital del Protectorado marroquí, como el general Emilio Mola o el coronel Eduardo Sáenz de Buruaga. Ambos jugarán un papel capital en el golpe militar del 17 de julio de 1936. Es entonces cuando el general Francisco Franco vuela de Canarias a Marruecos en el Dragón Rapide para ponerse al frente de las fuerzas africanas. Pero el día 22 aún sigue inmovilizado al otro lado del Estrecho, mientras en la península las ciudades principales permanecen en manos del gobierno de la República. Aunque tanto él como Mola desde Burgos han solicitado ayuda a Italia y Alemania, los diplomáticos del Reich ven con reticencia su intervención en España. Bernhardt se ofrece entonces a trasladar a Hitler las peticiones de armamento y transporte de Franco a través de sus contactos en el partido. El 23 de julio, Langenheim y Bernhardt, en compañía del capitán de aviación Francisco Arranz Monasterio, abordan un Junkers-52 incautado en Tenerife a la compañía aérea Lufthansa. Una vez en Berlín, el jefe de la organización exterior del partido, desoyendo las órdenes del Ministerio de Asuntos Exteriores, les pone en contacto con Rudolf Hess, que les lleva hasta Bayreuth, donde Hitler y Hermann Goering asisten al tradicional festival wagneriano. Bernhardt juega sus cartas. La misiva del general español es un pagaré de su puño y letra, que concluye con un taxativo “España ha cumplido en toda su historia con sus compromisos”. Bernhardt conoce perfectamente la situación económica de los sublevados. Franco solo dispone de doce millones de pesetas, pero el suelo español en la península y en Marruecos es rico en minerales y otras materias primas de primera necesidad para la industria armamentística en cuya explotación los alemanes son expertos. El Führer decide duplicar la cantidad de aviones que Franco le pide a cambio de un crédito en materias primas. Para gestionar los aspectos logísticos y económicos de la Operación Fuego Mágico –Unternehmen Feuerzauber, como uno de los versos de la ópera de Wagner que han escuchado esa noche y en la que Sifgrido rescata a Brunilda, cercada por un círculo de fuego–, Goering accede a la creación de una sociedad a nombre del intermediario en Tetuán.
Bernhardt regresa a Marruecos desde Stuttgart en vuelo sin escalas y el 31 de julio funda la Hispano-Marroquí de Transportes (Hisma), aunque la fecha de constitución que figura en las escrituras es de cuatro meses antes [...]
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