Colectivos de cine militante.
Las dos secciones del Grupo Medvedkine:
Besançon y Sochaux
Classe de lutte (Groupe Medvedkine Besançon, 1969)
Besançon
“El verdadero cine proletario no puede ser obra más que de los proletarios mismos”. (135) Tal fue la conclusión a la que llegaron los obreros de la fábrica Rhodiaceta, de Besançon, tras el visionado de À bientôt j´espère. Así lo señalamos al concluir el capítulo titulado “Acercamiento obrero”. Allí consideramos asimismo que ese rechazo constituye la escena primordial, u originaria, del nacimieto del grupo Medvedkine. Y que a partir de su creación, un grupo de obreros de la fábrica se planteó la tarea de realizar sus propias películas.
135. Cinema 70, nº 151, París: diciembre, p.92.
Así fue, en efecto. Pol Cèbe, el promotor y alma mater del grupo, lo asevera en su entrevista con Renè Vautier publicada en la página 93 de Cinéma 70. Su denominación confirma lo que también hemos dicho acerca de la inclinación de Chris Marker por los vocablos soviéticos. Porque no parece que haya duda de que fue Chris Marker quien propuso la denominación del grupo. En este caso se sirvió del nombre de un cineasta soviético que durante los años treinta protagonizara el empeño de usar el cine como medio para la formación de las masas obreras y campesinas, sirviéndose de un tren a modo de laboratorio ambulante y como plataforma para la propaganda cinematográfica: Alexander Ivanovitch Medvedkine (1900-1989). Escasamente conocido hasta entonces, Chris Marker había tenido la ocasión de ver poco antes, en Bruselas, uno de los títulos de su filmografía, Le bonheur (1934), entusiasmándose, al parecer, con él. Decidió entonces servirse de su nombre para homenajearlo y recordarlo. Innecesario es afirmar que al denominar así al colectivo de Besançon, el cine de Alexander I. Medvedkine conoció una nueva carrera y hoy se le mencione con facilidad al lado de otros míticos cineastas soviéticos: Koulechov, Eisenstein, Dziga-Vertov o Pudovkin. El propio Chris Marker realizó sobre su persona y su experiencia en la U.R.S.S. una notable película: Le tombeau D´Alexandre (1993), hoy editada en DVD junto con Le bonheur. Pero más allá de este relanzamiento de unas películas hasta entonces muy ignoradas y de que fuera él quien sugiriese el nombre para el grupo, no parece que Chris Marker colaborara sino solo ocasionalmente en la realización de las películas hechas por el colectivo después de la realización de À bientôt j´espère.
Fue Pol Cèbe, obrero de la fábrica Rhodiaceta, sindicalista y militante político, fallecido en 1985, quien de verdad ejerció un papel decisivo tanto en la fundación como en el desarrollo del grupo. Además de su trabajo como obrero en 1968 se encargaba también de la biblioteca de la fábrica. Asimismo presidía el Centro Cultural Popular de Palente-les-Orchamps (CCPPO), en donde organizaba eventos culturales de muy diverso tipo. Este centro había sido creado en 1959, poco después de que Pol Cèbe ingresara como obrero en la fábrica, en 1956, y se instalara en Palente-les-Orchamps, un barrio periférico de Besançon. Un centro, en definitiva, inspirado y nutrido por el movimiento Peuple et Culture, y en el que participaron André Bazin y Chris Marker, como ya se ha dicho. Todo ello fue lo que facilitó que, tras la feroz huelga de la Rhodiaceta en 1967, se incrementaran las relaciones entre obreros e intelectuales. En diciembre de ese mismo año, en el marco de una “semana del pensamiento marxista”, se organizó una mesa redonda con el tema “El cine y el acontecimiento”, y a la que Chris Marker y Jean-Luc Godard asistieron como invitados. De ella surgió el ofrecimiento de estos para patrocinar, apadrinar, apoyar y colaborar en cursos de formación técnica cinematográfica. “De este modo se creó en el CCPPO un taller para el aprendizaje de la cámara y el montaje. Entre enero y marzo de 1968 numerosos técnicos profesionales viajaron desde París a Besançon, a razón de un fin de semana cada mes, para impartir sus enseñanzas. Entre estos profesionales estuvieron los operadores Bruno Muel y Jacque Loiseleaux; los sonidistas Ethel Blun y Michel Desrois; y los montadores Michèle Baudet y Ragnar Van Leyden”. (136) Aglutinados en torno a Pol Cèbe, y asesorados por Chris Marker, los asistentes a este taller aceptaron la filiación que representaba el nombre Medvedkine.
136. LAYERLE, Sébastien, Caméras en lutte en mai 68, op. cit., p.85.
Como también hemos apuntado anteriormente, la proyección de À bientôt j´espère, en la sala del CCPPO, suscitó la disconformidad de los obreros. Y de ello se dedujo la necesidad de que fueran los propios obreros los que realizaran sus propias películas. La grabación sonora que de este debate efectuó Antoine Bonfanti fue lo que propició la realización de La charnière, un cortometraje exclusivamente sonoro, como ya hemos dicho, que sobre la pantalla en negro en la que solo se lee su título, testimonia las opiniones expresadas por los obreros asistentes al debate, y que hoy se nos presenta como la primera película de la sección de Besançon. Trece minutos excepcionales, imprescindibles para comprender las razones que promovieron la creación del colectivo Medvedkine. A partir de entonces, gracias a una cámara de Super 8 mm ofrecida por Jean-Luc Godard y una cámara de 16 mm cedida por Mario Marret, un grupo de obreros filman cotidianamente imágenes de muy diferente tipo: fotos, recortes de periódico, exteriores de la ciudad, carteles, pancartas, entre otras. Merece la pena recordar los nombres de los componentes del grupo: “Pol Cèbe, Georges Binétruy, Henri Traforetti y Georges Lièvremont de la fábrica Rhodiaceta; Jean-Pierre Thiébaud y Daniel Jeanney, de las fábricas vecinas”. (137) [...]
137. Ibidem., p.87.
[...] Sochaux
La sección Sochaux del grupo Medvedkine surgió en buena parte por azar. De no haber sido contratado Pol Cèbe como animador cultural del centro cultural de Clermoulin, probablemente no habría existido. Afirmarlo así no está exento de riesgos, habida cuenta de que no es fácil que una única causa sea el origen de cualquier evento. Pero, en todo caso, parece evidente que lo que propició la creación de grupo Medvedkine Sochaux fue el contrato que le ofreció a Pol Cèbe el comité de empresa de la fábrica Peugeot de Sochaux. Los propietarios de esta habían comprado el Centro Recreativo y Cultural de Clermoulin, una localidad situada entre Besançon y Sochaux, y necesitaban a alguien competente y experimentado que se encargase de dirigirlo a tiempo completo. Pol Cèbe había abandonado la fábrica textil Rhodiaceta. Estaba, por lo tanto, en paro. Así que aceptó el contrato sin dudarlo. Con él colaborarán algunos técnicos que ya lo hicieran en Besançon: Antoine Bonfanti, Bruno Muel, y Chris Marker, entre otros. Pero pronto se rodeó de un amplio grupo de obreros voluntarios y entusiastas del cine: Christian Corouge, René Ledigherer, Théo Robichet, Dominique Corouge, Annette Paleo, y muchos otros; todos ellos figuran en los créditos de Week-End à Sochaux, película rodada en 1971 y finalizada en 1972.
“Los obreros de Sochaux que se implicaron en el trabajo del cine eran muy jóvenes, por lo general llegados de diferentes regiones del interior, de Saboya, de Bretaña, de Marsella o de Cherburgo, a la búsqueda de un empleo. Sin ataduras familiares en la región y sin tradicionales vínculos familiares en el universo Peugeot, alojados en los bloques de viviendas Peugeot para obreros, sin otras distracciones que una televisión para cuatrocientos residentes, formaban una comunidad que quería sentirse libre para expresar su oposición, incluso contra lo que ellos consideraban rutinas sindicales. En esta inmensa fábrica, la mayor de Francia, tenían ganas de formar un grupo para poder existir, sobre todo frente a los sindicatos”. (148)
148. DAMAMME, Dominique; GOBILLE, Boris; MATONTI, Frédérique y PUDAL, Bernard, Mai-Juin 68, op. cit., p.331.
No todos eran, empero, tan jóvenes. Los había también algo más entrados en años. Por ejemplo, un español al que no queremos dejar de citar: Antonio Paleo, un republicano exiliado en Francia, que tras combatir el franquismo en Galicia y Asturias, encarcelado y fugitivo, participante en la guerrilla hasta que, decepcionado porque la liberación de Europa se detuviera en los Pirineos, puede huir a Francia. “Su historia era para nosotros una leyenda, aunque hablara poco”. (149) Él y su mujer, Balbina, aparecen en la manifestación de Mayo-68 cuyas imágenes conforma la primera película de esta sección Sochaux del grupo Medvedkine: Sochaux, 11 Juin 68. Y la hija de ambos, Annette Paleo, es la niña que describe su utopía al final de Week-end à Sochaux.
149. MUEL, Bruno, libreto del pack, París: Iskra-Éditions de Montparnasse, 2006, p.39.
Sochaux, 11 juin 68 es, en efecto, la primera película del grupo. A diferencia de las últimas películas reseñadas pertenecientes a la sección Besançon es un cortometraje documental puesto en forma a la manera convencional, o como dicen Bruno Muel y Francine Muel-Dreyfus, “un documental de forma clásica, con entrevistas, o mejor dicho, con testimonios en forma de declaración”. (150) Pero un documental con un propósito bien definido: recordar los acontecimientos sucedidos en el mes de junio de 1968 en la fábrica Peugeot de Sochaux. Dicho con otras palabras: conmemorar la insurrección obrera de mediados de junio del 68 que había sido ferozmente reprimida por la policía y produjo en pocas horas 150 heridos y dos muertos. El nombre de estos dos obreros muertos Henri Blanchet, 49 años, y Pierre Beylot, de 23 años. De ahí el sutil tono elegíaco que se desprende de su puesta en forma. A ello contribuye no solo la música y el tono con que se verbalizan los testimonios, sino también, y muy especialmente, el plano que lo clausura: el de una chica joven que, junto a innumerables compañeros, asiste al funeral de Pierre Beylot. Plano que, por otro lado, como ya hemos señalado, es el mismo que abre y cierra los tres capítulos de la serie Images de la Nouvelle Société, de la sección Besançon. El montaje que lo precede, pues de un documental de montaje se trata, recurre a tres tipos de imágenes: las filmadas por Bruno Muel, Elvira Lerner y Mario Marret en las cercanías de la fábrica durante su ocupación; testimonios de cuatro obreros a los que se entrevista; fotos de periódicos, muy particularmente aquellas que recuerdan a las dos víctimas; y las más sorprendentes de todas, las de una película en super-8 mm color, rodadas por un taxista el día de la violenta represión [...]
150. DAMAMME, Dominique; GOBILLE, Boris; MATONTI, Frédérique y PUDAL, Bernard, Mai-Juin 68, op. cit., p.334.
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