Botonera

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3.12.20

X. "FACTICIDAD Y FICCIÓN. CINCO SECUENCIAS FOTOGRÁFICAS DE PERPETRACIÓN DE LA SHOAH", Anacleto Ferrer, Valencia: Shangrila 2020




7. SECUENCIA CUARTA:
MEZZOTINTO


Campo de exterminio de Auschwitz II-Birkenau, 4 de abril de 1944.
Los primeros transportes de judíos a Auschwitz partieron de Hungría a finales de abril.



hablarás
con los labios cerrados
a labios extraños.

Rose Ausländer


Ver - Mirar

En su otra aproximación a la filmación del horror de los campos de concentración y exterminio, Imágenes del mundo y epitafios de guerra (Bilder der Welt und Inschrift des Krieges, 1988), Harun Farocki vuelve sobre la cuestión de la legibilidad de las imágenes y del pudor ante la exhibición de las víctimas, para recordarnos que una cosa es ver y otra mirar.

Ya lo había advertido Maurice Merleau-Ponty en «El ojo y el espíritu» (1960): «ver es tener a distancia», pero «[n]o se ve sino lo que se mira» (2000: 96 y 93).

Si los Aliados no distinguieron el campo de Birkenau, que sin embargo era visible en las fotografías aéreas con las que buscaban identificar instalaciones industriales para bombardear, «también se debe a que la propia ventana de lo visible cinematográficamente es originalmente un marco que excluye» (Rancière 2013: 34). O mejor dicho, es el umbral de lo que es o no interesante para ver: el que prescribe dónde se halla el vórtice o polo de succión de la mirada. El propio Farocki nos lo explica en algunos de sus textos. Veamos:

En La guerra siempre encuentra una salida (2005), leemos: 

Mi interés por las imágenes aéreas de la primera Guerra del Golfo se remonta al trabajo para mi película Imágenes del mundo y epitafios de guerra (1988). El núcleo de ese trabajo son unas tomas aéreas del campo de concentración de Auschwitz realizadas desde unos aviones de exploración de los Estados Unidos en 1944. Esas imágenes en realidad buscaban explorar unos objetivos próximos, fábricas de producción de gasolina sintética y caucho, pero también capturaron las instalaciones de los nazis. Recién en 1977 se descubrió que en una de las imágenes se distinguía a un grupo de presos camino a las cámaras de gas y a otro grupo en una fila antes de ser registrados. Se identifica la casa del comandante, el paredón de fusilamientos y hasta las hendiduras en el techo de las cámaras de gas por donde se introducía el Zyklon B. En aquel momento esas imágenes me parecieron un medio apropiado para mostrar los campos por la distancia que mantienen con las víctimas. Más apropiadas que las imágenes de cerca: la selección de la rampa, los prisioneros famélicos en las barracas, las montañas de cadáveres removidas por una excavadora. Con esas imágenes se volvía a ejercer violencia simbólica sobre las víctimas. Incluso con la mejor de las intenciones se las terminaba utilizando. Sobre esas imágenes aéreas de los campos nazis donde el individuo no es mucho mayor que un píxel, escribí en su momento el siguiente comentario: «la personalidad halla resguardo en el granulado de la fotografía» (Farocki 2015: 158-159).

En La realidad tendría que comenzar (1988), explica:

La primera imagen que los Aliados realizaron del campo de concentración de Auschwitz es del 4 de abril de 1944. Unos aviones norteamericanos partieron de Foggia, en Italia, en dirección a los blancos enemigos de Silesia: fábricas para la producción de combustible de carbón (hidrogenación de gasolina) y para la producción de buna (caucho sintético). Durante el vuelo sobre las instalaciones aún en construcción de la empresa I.G. Farben, un piloto disparó su aparato fotográfico y realizó una serie de veintidós imágenes. Tres de ellas también incluyeron «el campo principal» que se encontraba en las inmediaciones de la planta industrial. Estas imágenes fueron enviadas junto con otras a Medmenham, en Inglaterra, donde funcionaba la oficina de análisis de imágenes aéreas. Los analistas identificaron en las reproducciones las plantas industriales, registraron en el acta el estado de las obras y el grado de destrucción, realizaron estimaciones sobre la capacidad productiva de las fábricas de buna, pero no mencionaron la existencia del campo de concentración. Más tarde, todavía en 1945, después de que los nazis hubieran desmantelado Auschwitz, destruido algunas de las instalaciones de muerte y asesinado a los prisioneros, o los hubieran abandonado o trasladado a otros campos ubicados en el oeste, los aviones de los Aliados volvieron a sobrevolar Auschwitz y a fotografiar las instalaciones. Nunca se las mencionó en ningún acta. Los analistas no tenían la tarea de buscar los campos y, por eso, no los encontraron.
Fue gracias al éxito de la serie de televisión Holocausto, un programa kitsch que pretende representar el sufrimiento y la muerte a través de narraciones visuales, que en 1977 dos trabajadores de la CIA comenzaron a buscar imágenes aéreas de Auschwitz en los archivos. Introdujeron en las computadoras de la CIA las coordenadas geográficas de todos los campos nazis que habían estado cerca de los blancos de bombas, y también las de los talleres I.G. Farben de Monowitz.
I.G. Farben había instalado en Monowitz unas grandes plantas de producción donde trabajaban esclavos provistos por las SS. Durante un tiempo existió un campo nazi funcionando justo al lado de los terrenos de la fábrica (Auschwitz III, también llamado Buna). […] Las instalaciones de I.G. Farben en Monowitz fabricaban productos para la industria aeronáutica y, por lo tanto, eran un blanco estratégico para los Aliados. Esto fue lo que atrajo a los aviones de caza y a los aparatos fotográficos, un hecho que ayudó más tarde a recuperar las terribles imágenes. […] Los analistas no están seguros de lo que ven, a una distancia de 7.000 metros pueden reconocer que una mancha es un vehículo, pero no pueden determinar de qué tipo de transporte se trata ni cómo está pintado.
En estas imágenes no podemos ver directamente qué diferencia Auschwitz de otros lugares, en las fotografías solo se reconoce lo que otros han contado, testigos que estuvieron presentes en el lugar. Aparece aquí nuevamente la relación entre imagen y texto en la escritura de la historia: textos que sirven para interpretar las imágenes e imágenes que deben servir para ilustrar los textos (Farocki 2015: 181-182). (30)

30. Las fotografías aéreas de Auschwitz fueron presentadas por primera vez en 1978 por los analistas de la CIA Dino Brugioni y Robert Poirer. La serie Holocausto, de Marvin J. Chomsky Gerald Green, se emitió en cinco capítulos entre el 16 y el 19 de abril de 1978 en la cadena norteamericana NBC y alcanzó una enorme popularidad, logrando una cuota de pantalla del 49% (unos 120 millones en Estados Unidos). También fue seguida con mucho interés en Europa, especialmente en la República Federal de Alemania, donde se emitió en enero de 1979 y fue seguida por 14 millones de espectadores. Sobre su recepción en Alemania puede consultarse el trabajo de Hickethier (2003: 129-130). 




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