DECLARATION: EL ESPÍRITU DE UNA DÉCADA
[...] Como factor aglutinante [que refleja el contenido del espíritu cultural inglés de los '50] está el proyecto de Maschler con el libro ya citado Declaration. El análisis [...] y el estudio de los artículos publicados en las revistas Sequence, Sight and Sound y Universities and Left Review que desarrollaremos en el capítulo 4, contribuyen a la explicación conceptual del FC. No en vano, en Declaration se abordan áreas como la novela, la poesía, el teatro, la filosofía y el cine desde la perspectiva de una parte, la más vanguardista, de la nueva generación británica de postguerra.
En esencia, cinco de los ocho ensayos de Declaration, los de Doris Lessing, Colin Wilson, John Wain, Bill Hopkins y Stuart Holroyd, interrelacionan novela, poesía y filosofía, pero su base es literaria más que filosófica. Sobre todos ellos planea la idea del compromiso del artista, no necesariamente político, sino social, e igualmente sobre los problemas de su mundo contemporáneo en el tiempo y en el espacio de la GB de los años ‘50. Asimismo, se suscitan otros dos factores con los cuales compartiría el FC protagonismo: el fenómeno Angry Young Man (al que dedicaremos el capítulo 2) y la poesía de The Movement; por lo que atañe a los otros tres ensayos, Osborne, Tynan y Anderson se ocuparían del teatro, de la crítica teatral y del cine respectivamente. Que el principal director del FC, Lindsay Anderson, fuera uno de los elegidos por el editor Maschler para representar al cine en Declaration, avala por sí mismo la necesidad de incluir este capítulo en nuestro libro. Sin duda, los firmantes de Declaration, y su editor Maschler, serían espectadores fieles de las seis sesiones del FC celebradas entre 1956 y 1959. Mención específica merece la perspectiva teatral de vanguardia ofrecida por Osborne y Tynan, ambos escritores procedentes de Oxford, que bien podrían haber sido sustituidos por los pseudo-independientes Devine y Littlewood, creadores de las dos compañías vanguardista del teatro de los ‘50, los dos talleres teatrales de los que Lacey en su memorable libro British realist theatre: the new wave in its context 1956-1965 (Teatro realista británico: la vanguardia en su contexto 1956-1965) (15), revela cómo gracias a ellos se dieron a conocer los dramaturgos Osborne, Wesker, Pinter y Beckett entre otros. Seguro que en ese ambiente de apertura del Reino Unido al mundo, los ensayistas de Declaration, los poetas de The Movement, los nuevos dramaturgos y escritores catalogados como AYM, los artistas del ICA o los directores del Free Cinema no habrían secundado el Brexit británico de 2020.
15. LACEY, ST., Realist Theatre: the New Wave in its Context 1956-1965, Londres y Nueva York: Routledge, 1995.
Por lo que nos concierne en este libro, repetimos que es significativo que, en medio de ese caos intelectual, Maschler concediera la palabra a Anderson, quien escribiría su renombrado “Get out and push!” (¡Salid a la calle y presionad!), referente necesario para comprender el FC, especialmente O dreamland, un ensayo en el que Anderson se pregunta por la salud del cine británico de los ‘50, por las posibles soluciones (“Possible solutions”) y por la triste realidad de su país.
En sus ensayos, Colin Wilson, Bill Hopkins y Stuart Holroyd se interrogan sobre el rol de los intelectuales en la nueva sociedad de los años 50: Wilson escribe sobre al fenómeno del outsider, uno de cuyos modelos sería el representado por el personaje de Hopkins en la novela The divine and the decay (Lo divino y la decadencia, 1957), un joven, Plowart, disidente, individualista, en lucha con su identidad que, incapaz de comprender su papel en ese mundo de los ‘50, buscaría la solución en la filosofía, en la religión o en la literatura hasta llegar a defender ideas pseudo-fascistas. Finalmente, estos salvadores literarios disfrazados de filósofos, Hopkins, Holroyd y Wilson, se perderían en su propia confusión, sin salida posible.
He dejado para el final el artículo de Doris Lessing, “The small personal voice”, su pequeña voz personal que abogaría por un cierto compromiso del escritor con su obra y con los lectores, pero sin renunciar a su parcela de autoría y de creación artística independiente e individual.
Tras este preámbulo, el hecho que nos compete es que Doris Lessing, Colin Wilson, John Osborne, John Wain, Kenneth Tynan, Bill Hopkins, Lindsay Anderson y Stuart Holroyd fueron invitados por el editor Maschler para exponer sus puntos de vista sobre lo que estaba ocurriendo en Gran Bretaña en la década de los ‘50, lo que harían “no solo mostrando una cierta indignación contra la apatía, la complacencia y el fracaso idealista de su entorno” sino, –y esto es lo que los va a diferenciar de escritores como Kingsley Amis y G. Scott–, mediante la aportación de posibles soluciones y la implicación personal con la cotidianidad de la sociedad británica en general, y de los jóvenes intelectuales en particular, en el proceso de compromiso que exigía ese cambio. El resultado de sus escritos sería Declaration, publicado en 1957, un libro basado en la exposición personal teórica de jóvenes intelectuales: el pseudo filósofo Stuart Holroyd era el más joven con 24 años, y la novelista Doris Lessing la mayor con 38 recién cumplidos.
Declaration ayuda a definir el concepto AYM, unas siglas que los ensayistas del libro de Maschler se esfuerzan por divulgar que ellos nunca se comprometieron en forma alguna con la ideología o pensamiento en común que preconizaban los diarios y revistas desde 1955, ni mucho menos se les debería considerar como escritores o intelectuales comprometidos política o socialmente con cualquier causa. Empero, críticos como Ritchie (16) ratifican que Declaration debe ser considerado como una colección de textos que encarna las ideas principales sobre los AYM, como “una auténtica antología de la ira” y, en cierto modo, “un manifiesto AYM”. Gran parte de las inquietudes y paradojas AYM están en Declaration porque sus firmantes no renunciaron a escribir sobre lo que les ocurría a jóvenes que habían abandonado el campo o el entorno obrero de las fábricas en las que trabajaron sus padres, o sobre las nuevas universidades de provincia, o bien sobre aquello que les parecía que había que denunciar. Así pues, por los factores expuestos y porque el FC no se entendería sin conocer el contenido de Declaration, exponemos a continuación sus ideas más reseñables [...]
16. RITCHIE, H., Success Stories: Literature and the Media in England, 1950-1959; a short directory to Angry Young Men, Londres: Faber and Faber, 1988.
En esencia, cinco de los ocho ensayos de Declaration, los de Doris Lessing, Colin Wilson, John Wain, Bill Hopkins y Stuart Holroyd, interrelacionan novela, poesía y filosofía, pero su base es literaria más que filosófica. Sobre todos ellos planea la idea del compromiso del artista, no necesariamente político, sino social, e igualmente sobre los problemas de su mundo contemporáneo en el tiempo y en el espacio de la GB de los años ‘50. Asimismo, se suscitan otros dos factores con los cuales compartiría el FC protagonismo: el fenómeno Angry Young Man (al que dedicaremos el capítulo 2) y la poesía de The Movement; por lo que atañe a los otros tres ensayos, Osborne, Tynan y Anderson se ocuparían del teatro, de la crítica teatral y del cine respectivamente. Que el principal director del FC, Lindsay Anderson, fuera uno de los elegidos por el editor Maschler para representar al cine en Declaration, avala por sí mismo la necesidad de incluir este capítulo en nuestro libro. Sin duda, los firmantes de Declaration, y su editor Maschler, serían espectadores fieles de las seis sesiones del FC celebradas entre 1956 y 1959. Mención específica merece la perspectiva teatral de vanguardia ofrecida por Osborne y Tynan, ambos escritores procedentes de Oxford, que bien podrían haber sido sustituidos por los pseudo-independientes Devine y Littlewood, creadores de las dos compañías vanguardista del teatro de los ‘50, los dos talleres teatrales de los que Lacey en su memorable libro British realist theatre: the new wave in its context 1956-1965 (Teatro realista británico: la vanguardia en su contexto 1956-1965) (15), revela cómo gracias a ellos se dieron a conocer los dramaturgos Osborne, Wesker, Pinter y Beckett entre otros. Seguro que en ese ambiente de apertura del Reino Unido al mundo, los ensayistas de Declaration, los poetas de The Movement, los nuevos dramaturgos y escritores catalogados como AYM, los artistas del ICA o los directores del Free Cinema no habrían secundado el Brexit británico de 2020.
15. LACEY, ST., Realist Theatre: the New Wave in its Context 1956-1965, Londres y Nueva York: Routledge, 1995.
Doris Lessing
Colin Wilson
John Osborne
John Wain
Kenneth Tynan
Bill Hopkins
Stuart Holroyd
Lindsay Anderson
Por lo que nos concierne en este libro, repetimos que es significativo que, en medio de ese caos intelectual, Maschler concediera la palabra a Anderson, quien escribiría su renombrado “Get out and push!” (¡Salid a la calle y presionad!), referente necesario para comprender el FC, especialmente O dreamland, un ensayo en el que Anderson se pregunta por la salud del cine británico de los ‘50, por las posibles soluciones (“Possible solutions”) y por la triste realidad de su país.
En sus ensayos, Colin Wilson, Bill Hopkins y Stuart Holroyd se interrogan sobre el rol de los intelectuales en la nueva sociedad de los años 50: Wilson escribe sobre al fenómeno del outsider, uno de cuyos modelos sería el representado por el personaje de Hopkins en la novela The divine and the decay (Lo divino y la decadencia, 1957), un joven, Plowart, disidente, individualista, en lucha con su identidad que, incapaz de comprender su papel en ese mundo de los ‘50, buscaría la solución en la filosofía, en la religión o en la literatura hasta llegar a defender ideas pseudo-fascistas. Finalmente, estos salvadores literarios disfrazados de filósofos, Hopkins, Holroyd y Wilson, se perderían en su propia confusión, sin salida posible.
He dejado para el final el artículo de Doris Lessing, “The small personal voice”, su pequeña voz personal que abogaría por un cierto compromiso del escritor con su obra y con los lectores, pero sin renunciar a su parcela de autoría y de creación artística independiente e individual.
Tras este preámbulo, el hecho que nos compete es que Doris Lessing, Colin Wilson, John Osborne, John Wain, Kenneth Tynan, Bill Hopkins, Lindsay Anderson y Stuart Holroyd fueron invitados por el editor Maschler para exponer sus puntos de vista sobre lo que estaba ocurriendo en Gran Bretaña en la década de los ‘50, lo que harían “no solo mostrando una cierta indignación contra la apatía, la complacencia y el fracaso idealista de su entorno” sino, –y esto es lo que los va a diferenciar de escritores como Kingsley Amis y G. Scott–, mediante la aportación de posibles soluciones y la implicación personal con la cotidianidad de la sociedad británica en general, y de los jóvenes intelectuales en particular, en el proceso de compromiso que exigía ese cambio. El resultado de sus escritos sería Declaration, publicado en 1957, un libro basado en la exposición personal teórica de jóvenes intelectuales: el pseudo filósofo Stuart Holroyd era el más joven con 24 años, y la novelista Doris Lessing la mayor con 38 recién cumplidos.
Declaration ayuda a definir el concepto AYM, unas siglas que los ensayistas del libro de Maschler se esfuerzan por divulgar que ellos nunca se comprometieron en forma alguna con la ideología o pensamiento en común que preconizaban los diarios y revistas desde 1955, ni mucho menos se les debería considerar como escritores o intelectuales comprometidos política o socialmente con cualquier causa. Empero, críticos como Ritchie (16) ratifican que Declaration debe ser considerado como una colección de textos que encarna las ideas principales sobre los AYM, como “una auténtica antología de la ira” y, en cierto modo, “un manifiesto AYM”. Gran parte de las inquietudes y paradojas AYM están en Declaration porque sus firmantes no renunciaron a escribir sobre lo que les ocurría a jóvenes que habían abandonado el campo o el entorno obrero de las fábricas en las que trabajaron sus padres, o sobre las nuevas universidades de provincia, o bien sobre aquello que les parecía que había que denunciar. Así pues, por los factores expuestos y porque el FC no se entendería sin conocer el contenido de Declaration, exponemos a continuación sus ideas más reseñables [...]
16. RITCHIE, H., Success Stories: Literature and the Media in England, 1950-1959; a short directory to Angry Young Men, Londres: Faber and Faber, 1988.
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