Preparados para desenvolvernos,
si es necesario, en el peor de los escenarios.
Salvo incontrolable hecatombe, intentaremos que la recién iniciada temporada sea igual de intensa que las anteriores. Está diseñada a conciencia. Las milongas, golpes de pecho, las bombas de humo y el repliegue, como ya puede intuirse en la foto, no van con nosotros. Si hay que sucumbir lo haremos, además de con las botas puestas, sin nostalgia y con las máscaras y el demonio de nuestras armas. Lo dijo Anita Wolf: "No detenerse ni para tomar aire".