Anita Wolf, el látigo de Shangrila, ha tenido el detalle de enviarnos una instantánea durante sus vacaciones en Venecia. Como nos consta que a partir de su anterior emplazamiento a "No detenerse ni para tomar aire", han surgido unos cuantos admiradores que le han dedicado poéticos halagos y algún que otro piropo, incluso subido de tono (no es de extrañar, sus peculiares encantos saltan a la vista), no hemos resistido la tentación de compartir y dedicarles a todos ellos la foto en cuestión.
Con o sin máscara, Anita Wolf, impasible ella, genio y figura.