No pensábamos revelar su identidad y exponerla a la luz pública, pero no hemos tenido más remedio: llueven piedras. Sabemos que nos arriesgamos una vez más al desvelar otro rostro de la composición del politburó de Shangrila. Más aún tratándose de un alto miembro del mismo. Nos consta que su imagen no tiende hacia lo "new age" o "indie", ni su inquisitiva mirada predisposición a la pose poética, ni su tan contenida como estreñida expresión la más idónea para la reflexión en "modo zen". Más bien parece, por ejemplo, una implacable burócrata de partido de la extinta RDA a punto de defenestrar al primero que se ponga por delante o un maléfico personaje de una fantasía animada de ayer y de hoy al darse cuenta que un cartucho de dinamita marca Acme está a punto de explotar en su trasero. Sí, ella es la responsable, la ideóloga de la estrategia de Shangrila en tiempos del Covid-19. Su voluminoso, denso y puntilloso informe al respecto (654 demoledoras páginas en las que deconstruye pieza a pieza el estado actual del saturado sector del libro dentro de las leyes del voraz capitalismo) lleva por título: "No detenerse ni para tomar aire". Anita Wolf se llama. El látigo del fuera de cuadro. Piedras, exabruptos, descalificaciones y consultas sentimentales dirigidas a ella por favor: anitawolf@shangrilaediciones.com
