El zumbido de una mosca: Los paisajes del Cautiverio
en el cine de Roman Polanski
Israel Paredes
Repulsion, 1965 - Basada en hechos reales, 2017, Roman Polanski
La atmósfera es la personalidad de una película. Lo es todo.
Es el sonido, principalmente. Si muestras un paisaje, por ejemplo,
habrá muy poca atmósfera en él. Pero si muestras un paisaje
y se oye el zumbido de una mosca, la atmósfera crecerá
de inmediato. Todo lo que hay en un paisaje puede
afectar a nuestro estado emocional.
Roman Polanski, en The Film Director As Superstar,
de Joseph Gelmis, 1970
El cine de Roman Polanski es, en esencia, un cine de movimiento tanto interior como exterior. Sus personajes, como el cineasta en su vida, muestran una constante tendencia al nomadismo. Un no estar en ninguna parte y, en cambio, ser en todas. Su carrera comienza en Polonia, sigue en Francia, se desplaza a Estados Unidos, se mueve a Inglaterra, y, finalmente, permanece en Francia con puntuales producciones británicas. Como él, cada personaje se mueve en el interior de unas narraciones tan férreas en su construcción como etéreas en sus juegos existenciales. Las figuras humanas que pueblan sus paisajes son cuerpos existenciales antes que sociales, individuos que se enfrentan a unas situaciones de coacción y de encerramiento. De cautiverio. En mayor o menor medida, todos ellos deben luchar por no ser atrapados, sometidos, manipulados, controlados. Establecen fuertes enfrentamientos de poder para evitar la apropiación de su identidad por el otro, quien toma muy diferentes formas y rostros a lo largo de su filmografía.
En este contexto, el sentimiento de cautiverio, tanto físico, real, como interior, existencial, pero también imaginado, cuando no alucinado y paranoico, se transforma en un paisaje que atrapa a los personajes de manera real y simbólica. Pueden estar presentes o en fuera de campo; pueden ser visibles o proyecciones de las emociones de los personajes. Paisajes que crean unas atmósferas muy precisas. Ya sean paisajes al aire libre, apartamentos, barcos, pequeñas habitaciones o ciudades, en manos de Polanski, se erigen como representaciones de una cierta represión que sufren sus personajes.
En el cine de Polanski los castillos no aparecen como fortalezas o espacios de resguardo y de seguridad, sino más bien todo lo contrario, como lugares de cautiverio y amenaza que afectan y condicionan los estados emocionales de los personajes [...]