Botonera

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27.5.20

XII. "JOSEF VON STERNBERG. ESTILIZACIÓN Y DESEO", Rubén Higueras Flores (coord.), Valencia: Shangrila, 2020




El espejo incomprensible:
La arquitectura de Von Sternberg

Jorge Gorostiza



El ángel azul


Las películas dirigidas por Von Sternberg se caracterizan porque sus personajes están inmersos en entornos singulares, no solo desde el punto de vista formal, sino además porque son fundamentales en el desarrollo de los argumentos, incluso se ha llegado a opinar que “el vestuario y la decoración son las verdaderas estrellas de sus películas”. (1) Sin embargo, en sus memorias Fun in a Chinese Laundry, el director se centra mucho más en sus razonamientos sobre la actividad de los actores y la importancia de la fotografía, que en la creación de espacios cinematográficos; de hecho, a pesar de haber trabajado con bastantes directores artísticos, solo menciona a uno, al “hábil” y “competente escenógrafo” (2) Otto Hunte, que, ayudado por Emil Hasler, creó los ambientes de El ángel azul (Der blaue Engel, 1930).

1. BAXTER, John, Von Sternberg, Lexington: The University Press of Kentucky, 2010, p.144.
2. STERNBERG, Josef von, Fun in a Chinese Laundry, San Francisco: Mercury House Incorporated, 1965, p.138.

En muchas ocasiones se ha considerado que Von Sternberg fue el único responsable de idear los espacios de sus películas, se le ha denominado “creador total” actuando como “montador, fotógrafo, decorador, guionista y realizador” (3), consideraciones seguramente basadas en sus propias afirmaciones, por ejemplo, cuando se refiriere a Capricho imperial (The Scarlett Empress, 1934) y escribe que dominaba “cada detalle, decorado, pinturas, esculturas, trajes, historia, fotografía, cada gesto de un actor” (4), una afirmación tajante que ha sido matizada: “escribió el guión, concibió la iluminación, compuso algo de la música, dirigió la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles, ayudó a diseñar los decorados y las esculturas, y probablemente seleccionó todos los iconos” (5), como se puede comprobar, no es lo mismo dominar que ayudar.

3. ERICE, Víctor, “La aventura secreta de Josef von Sternberg”, Nuestro cine, nº 58, 1967, p.16.
4. STERNBERG, Josef von, op. cit., p.265.
5. SCORSESE, Martin; WILSON, Michael Henry, A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies, Nueva York: Hyperion, 1997, p.144.

Lo cierto es que Von Sternberg rodó todas sus películas, excepto tres, inmerso en el sistema de estudios estadounidense, durante cuatro décadas, un periodo de tiempo en el que prácticamente no se modificó el método de trabajo de los departamentos de arte de esos estudios, lo que ha provocado que algunos autores, al contrario de lo antes mencionado, atribuyan la creación de los decorados solo a los técnicos de ese departamento de las respectivas productoras, es decir, a Stephen Goosson de la Columbia, Cedric Gibbons de la MGM, Boris Leven de Pressburger, Albert S. D’Agostino de RKO y, sobre todo, al de la Paramount, Hans Dreier, para la que Von Sternberg dirigió trece títulos. Se ha escrito que el director “cayó bajo la influencia” (6) de ese profesional, que “los decorados, exagerados hasta el nivel del barroco, fueron obra de Hans Dreier” (7) y que la primera parte de Una tragedia humana (An American Tragedy, 1931) “contiene algunas composiciones sorprendentes que bien pueden haberse iniciado en el tablero de dibujo de Dreier”. (8)

6. BAXTER, John. op. cit., p.64.
7. DELGAUDIO, Sybil, Dressing the Part: Sternberg, Dietrich, and Costume, Londres-Ontario: Associated University Presses, 1993, p.129.
8. HAMBLEY, John, DOWNING, Patrick, The Art of Hollywood: A Thames Television Exhibition at the Victoria and Albert Museum, Londres: Thames Television, 1979, p.39.

Hans Dreier era un arquitecto alemán al que ha reconocido como uno de los más notables profesionales de la escenografía cinematográfica, para comprobarlo basta mencionar el elogio de Ernst Lubitsch: “Existe el París de la Paramount, el París de la Metro y, por descontado, el París real. El de Paramount es el más parisino de todos” (9), pero realmente no se tiene la certeza absoluta de que Dreier participase en las películas de Von Sternberg, ya que no aparece en los títulos de crédito de las películas, tal como se conservan en la actualidad, sin embargo esto no es extraño, porque la Paramount en aquellos años no solía incluir al responsable de la dirección artística en los títulos de sus películas. (10)

9. Mencionado en DAVIS, Roland L., The Glamour Factory: Los grandes estudios de Hollywood, Barcelona: Casiopea, 2001, p.237.
10. A pesar de lo que escribe David Thompson: “hasta bien entrados los años treinta en muchos créditos de películas solo se lee ‘Sets by…’. Así es como se acredita a Hans Dreier en las películas que Josef von Sternberg hizo con Marlene Dietrich en Paramount” THOMPSON, David, “The Art of the Art Direction”, American Film, vol. 2, nº 4, 1977, p.14. Lo cierto es que una de las primeras películas en las que aparece acreditado Dreier es The Last Outpost (Charles Barton, Louis J. Gasnier, 1935), estrenada el 11 de octubre de 1935, mientras que El diablo es una mujer se había estrenado el 3 de mayo de ese año.

Se conservan testimonios de algunos directores artísticos que trabajaron con Von Sternberg, uno de ellos es el arquitecto Wiard Ihnen que figura como ayudante de decoración en La Venus rubia (Blonde Venus, 1932): “Trabajé solo con Von Sternberg. Nadie en el estudio tuvo algo que ver con este trabajo. Curiosamente, Von Sternberg nunca miraría los decorados antes de tiempo. Aprobó mis bocetos y solo vio el plató la mañana del rodaje [...]



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