Una de las características que definen a los tipos de arriba no parece ser unas refinadas maneras ni la preocupación por el diseño de la imagen que proyectan, sea esta una estudiada pose desaliñada o todo lo contrario. Más bien están desactualizados. Tienen cierta pinta de personajes de la 13 Rue del Percebe o algo así. Prefieren mil veces más un Merrie Melodies con dinamita marca Acme a un producto de los estudios Ghibli, con eso está casi todo dicho. No les casa la etiqueta de editores independientes. ¿Qué demonios es eso?, se preguntan. No está en su intención hacer un acto de recogimiento en tiempos del coronavirus. No pertenecen a ninguna federación ni asociación gremial alguna y huyen de la marginalidad como marca de flagelación impostada.
Son ellos: dos miembros más del maquiavélico politburó de Shangrila. No es de extrañar que con esa pinta no salgan a la luz pública y se queden fuera de cuadro. En cualquier caso, si por casualidad se los encuentra de frente, mejor dejar que pasen de largo. No se detienen.