El número 14-15 (diciembre, 2011) de la Revista Shangrila comenzaba con un pequeño texto escrito por Víctor Erice a modo de pórtico sobre la película que de alguna manera giraba toda la publicación:
WE CAN'T GO HOME AGAIN
Víctor Erice
Nicholas Ray
El paso de los años no ha hecho otra cosa sino confirmar su valor. A pesar del olvido generalizado; a pesar, también, de su carácter inacabado. Su valor como experiencia cinematográfica situada fuera de toda norma, en el límite; su valor, igualmente, como testimonio de algunos de los conflictos sociales que afectaron a la Norteamérica del comienzo de los años 70. Retrato de una época, en el cual, simultáneamente, aparece reflejada –como pocas películas lo han hecho– el alma de su autor.
¿Película de vanguardia? Quizás... Pero eso, al fin y al cabo, es lo de menos. Las etiquetas siempre dicen poco acerca del verdadero carácter de las obras. We can’t go home again es, sobre todo, una película fracasada, pero que hace del fracaso algo ejemplar, vivo, que sirve para hacernos reconocer el rostro dolorido, conmovedor –tan distinto al de los retratos oficiales–, de una comunidad.
Esa casa que su título evoca no es otra que la de los Orígenes perdidos –del arte en general, del cine en particular–, a la que ya es imposible regresar. O lo que es igual: la expresión del aliento utópico de una experiencia donde la vida como proyecto comunitario y el cine como creación colectiva se pretenden unidos. No es una casualidad que Nicholas Ray usara casi las mismas palabras –You Can’t Go Home Again– que el escritor Thomas Wolfe eligió en su día para nombrar una de sus novelas, aquella que justamente acaba así:
“No puedes regresar al hogar con tu familia, al hogar de tu infancia... al hogar donde un joven soñaba con la gloria y la fama... al hogar junto a aquellos lugares en el campo, al hogar de las viejas costumbres y del orden de las cosas que un día pareció eterno y que sin embargo no ha dejado de cambiar –al hogar donde escapabas del Tiempo y la Memoria”.
["You can’t go back home to your family, back home to your childhood... back home to a young man’s dreams of glory and of fame... back home to places in the country, back home to the old forms and systems of things which once seemed everlasting but which are changing all the time — back home to the escapes of Time and Memory", Thomas Wolfe, 1940, You Can't Go Home Again]
Relámpago sobre el agua, Wim Wenders / Nicholas Ray, 1980