PRIMER COMUNICADO DEL
NEW AMERICAN CINEMA GROUP
NEW AMERICAN CINEMA GROUP
VV.AA.
N.º 22-3, verano de 1961
EL GRUPO
El 28 de septiembre de 1960 se reunieron en el 165 de la West Street 46, en el Producers Theatre, un grupo de 23 cineastas independientes por invitación del productor Lewis Allen y de Jonas Mekas. Se constituyeron por voto unánime en una organización libre y abierta del nuevo cine americano: El Grupo.
Se eligió una junta ejecutiva provisional formada por Shirley Clarke, Emile De Antonio, Edward Bland, Jonas Mekas y Lewis Allen.
Los participantes en la reunión del 28 de septiembre fueron:
Lionel Rogosin (On the Bowery; Come Back, Africa);
Peter Bogdanovich (The Land of Opportunity, en proceso);
Robert Frank (Pull My Daisy; The Sin of Jesus);
Alfred Leslie (Pull My Daisy);
Edouard de Laurot (Sunday Junction; The Quarantine, en proceso);
Ben Carruthers y Argus Speare Juilliard (actores en Shadows y Guns of the Trees; Sunday, su primer largometraje, está en proceso);
Jonas Mekas (Guns of the Trees);
Adolfas Mekas (Hallelujah The Hills, en proceso);
Emile de Antonio (distribuidor);
Lewis Allen (productor, The Connection);
Shirley Clarke (Skyscraper; Bullfight; The Connection);
Gregory Markopoulos (Psyche; Charmides; Lysis; Serenity);
Daniel Talbot (manager, The New Yorker Theater);
Guy Thomajan (un largometraje en proceso);
Louis Brigante (Hot Damn, Uncle Sam!, en proceso);
Harold Humes (Don Peyote);
Los hermanos Sanders —ausentes— (Time Out of War, Crime and Punishment, U.S.A.);
Bert Stern (Jazz on a Summer’s Day);
Don Gillin (distribuidor y productor);
Walter Gutman (productor);
Jack Perlman (representante legal teatral y cinematográfico);
David C. Stone (productor);
Sheldon Rochlin (un largometraje en proceso);
Edward Bland (The Cry of Jazz; The Hero, en proceso).
PRIMER COMUNICADO
Durante los últimos tres años hemos asistido al desarrollo espontáneo de una nueva generación de cineastas: el Free Cinema en Inglaterra, la Nouvelle Vague en Francia, los jóvenes movimientos en Polonia, Italia y la Unión Soviética, y en nuestro país el trabajo de Lionel Rogosin, John Cassavetes, Alfred Leslie, Robert Frank, Edward Bland, Bert Stern y los hermanos Sanders.
El cine oficial de todo el mundo está perdiendo fuerza. Es moralmente corrupto, estéticamente obsoleto, temáticamente superficial y temperamentalmente aburrido. Incluso los filmes que aparentemente valen la pena, que pretenden tener patrones morales y estéticos elevados y que han sido aceptados como tales tanto por la crítica como por el público, revelan la decadencia del Filme de Producción. La misma destreza de su ejecución se ha vuelto una perversión que encubre la falsedad de sus temas, su falta de sensibilidad y estilo.
Si el nuevo cine americano ha sido hasta ahora una manifestación inconsciente y esporádica, creemos que ha llegado el momento de unirnos. Somos muchos —el movimiento está alcanzando una dimensión considerable— y sabemos qué debe ser destruido y qué debe ser preservado.
Nuestra rebelión contra lo viejo, oficial, corrupto y pretencioso es fundamentalmente ética, igual que ocurre en las otras artes de la América actual —pintura, poesía, escultura y teatro, las cuales han recibido un soplo de aire fresco durante los últimos años—. Nuestra preocupación es el hombre y lo que le ocurre. No somos una escuela estética que constriñe al cineasta con una serie de principios muertos. Creemos que no podemos confiar en los principios clásicos, ni en el arte ni en la vida.
1. Creemos que el cine es una expresión personal indisociable. Por tanto, rechazamos la interferencia de productores, distribuidores e inversores hasta que nuestro trabajo esté listo para ser proyectado en la pantalla.
2. Rechazamos la censura. Nunca apoyaremos ninguna ley censuradora. Tampoco aceptamos reliquias tales como el permiso de exhibición. Ningún libro, obra de teatro o poema, ninguna pieza de música necesita el permiso de nadie. Iniciaremos acciones legales contra los permisos y la censura de filmes, incluyendo aquellos de la oficina de aduanas de Estados Unidos. Los filmes tienen el derecho de viajar de país a país, libres de censores y de las tijeras de los burócratas. Estados Unidos debería tomar la iniciativa en la creación de un programa internacional de libre tránsito de filmes.
¿Quiénes son los censores? ¿Quién los elige y cualifica como tales? ¿Cuál es la base legal de la censura? Estas preguntas necesitan ser contestadas [...]
EL GRUPO
El 28 de septiembre de 1960 se reunieron en el 165 de la West Street 46, en el Producers Theatre, un grupo de 23 cineastas independientes por invitación del productor Lewis Allen y de Jonas Mekas. Se constituyeron por voto unánime en una organización libre y abierta del nuevo cine americano: El Grupo.
Se eligió una junta ejecutiva provisional formada por Shirley Clarke, Emile De Antonio, Edward Bland, Jonas Mekas y Lewis Allen.
Los participantes en la reunión del 28 de septiembre fueron:
Lionel Rogosin (On the Bowery; Come Back, Africa);
Peter Bogdanovich (The Land of Opportunity, en proceso);
Robert Frank (Pull My Daisy; The Sin of Jesus);
Alfred Leslie (Pull My Daisy);
Edouard de Laurot (Sunday Junction; The Quarantine, en proceso);
Ben Carruthers y Argus Speare Juilliard (actores en Shadows y Guns of the Trees; Sunday, su primer largometraje, está en proceso);
Jonas Mekas (Guns of the Trees);
Adolfas Mekas (Hallelujah The Hills, en proceso);
Emile de Antonio (distribuidor);
Lewis Allen (productor, The Connection);
Shirley Clarke (Skyscraper; Bullfight; The Connection);
Gregory Markopoulos (Psyche; Charmides; Lysis; Serenity);
Daniel Talbot (manager, The New Yorker Theater);
Guy Thomajan (un largometraje en proceso);
Louis Brigante (Hot Damn, Uncle Sam!, en proceso);
Harold Humes (Don Peyote);
Los hermanos Sanders —ausentes— (Time Out of War, Crime and Punishment, U.S.A.);
Bert Stern (Jazz on a Summer’s Day);
Don Gillin (distribuidor y productor);
Walter Gutman (productor);
Jack Perlman (representante legal teatral y cinematográfico);
David C. Stone (productor);
Sheldon Rochlin (un largometraje en proceso);
Edward Bland (The Cry of Jazz; The Hero, en proceso).
PRIMER COMUNICADO
Durante los últimos tres años hemos asistido al desarrollo espontáneo de una nueva generación de cineastas: el Free Cinema en Inglaterra, la Nouvelle Vague en Francia, los jóvenes movimientos en Polonia, Italia y la Unión Soviética, y en nuestro país el trabajo de Lionel Rogosin, John Cassavetes, Alfred Leslie, Robert Frank, Edward Bland, Bert Stern y los hermanos Sanders.
El cine oficial de todo el mundo está perdiendo fuerza. Es moralmente corrupto, estéticamente obsoleto, temáticamente superficial y temperamentalmente aburrido. Incluso los filmes que aparentemente valen la pena, que pretenden tener patrones morales y estéticos elevados y que han sido aceptados como tales tanto por la crítica como por el público, revelan la decadencia del Filme de Producción. La misma destreza de su ejecución se ha vuelto una perversión que encubre la falsedad de sus temas, su falta de sensibilidad y estilo.
Si el nuevo cine americano ha sido hasta ahora una manifestación inconsciente y esporádica, creemos que ha llegado el momento de unirnos. Somos muchos —el movimiento está alcanzando una dimensión considerable— y sabemos qué debe ser destruido y qué debe ser preservado.
Guns of the Trees (Jonas Mekas, 1061)
Nuestra rebelión contra lo viejo, oficial, corrupto y pretencioso es fundamentalmente ética, igual que ocurre en las otras artes de la América actual —pintura, poesía, escultura y teatro, las cuales han recibido un soplo de aire fresco durante los últimos años—. Nuestra preocupación es el hombre y lo que le ocurre. No somos una escuela estética que constriñe al cineasta con una serie de principios muertos. Creemos que no podemos confiar en los principios clásicos, ni en el arte ni en la vida.
1. Creemos que el cine es una expresión personal indisociable. Por tanto, rechazamos la interferencia de productores, distribuidores e inversores hasta que nuestro trabajo esté listo para ser proyectado en la pantalla.
2. Rechazamos la censura. Nunca apoyaremos ninguna ley censuradora. Tampoco aceptamos reliquias tales como el permiso de exhibición. Ningún libro, obra de teatro o poema, ninguna pieza de música necesita el permiso de nadie. Iniciaremos acciones legales contra los permisos y la censura de filmes, incluyendo aquellos de la oficina de aduanas de Estados Unidos. Los filmes tienen el derecho de viajar de país a país, libres de censores y de las tijeras de los burócratas. Estados Unidos debería tomar la iniciativa en la creación de un programa internacional de libre tránsito de filmes.
¿Quiénes son los censores? ¿Quién los elige y cualifica como tales? ¿Cuál es la base legal de la censura? Estas preguntas necesitan ser contestadas [...]