LA COMBUSTIÓN DE LA IMAGEN.
EN TORNO AL USO DEL VIDEO EN CARRETERA PERDIDA
EN TORNO AL USO DEL VIDEO EN CARRETERA PERDIDA
Carlos Gómez
Carretera perdida / Figuras 9 y 10
Tomando el relevo del espejo, el vídeo procede mediante la intensificación de ese efecto de extrañamiento. Así sucede en la última cinta, la que muestra a Fred junto a Renee mutilada: Fred mira directamente a cámara, interpelándose a sí mismo a través de la pantalla (figuras 9 y 10). La analogía perfecta del espejo se sustituye por la rarefacción de la imagen videográfica; y la acción de Fred/Pete contemplándose a sí mismo en el espejo, que puede encuadrarse en un único plano, requiere ante el televisor una segunda escisión, la del montaje en plano-contraplano. Una problemática, la de contemplarse a uno mismo, que no es ajena al resto de la obra artística de David Lynch. Así, en uno de sus cuadros (figura 11), y bajo la inscripción “I see myself” (“Me veo a mí mismo”) (16), dos figuras iguales se disponen de manera simétrica a izquierda y derecha sobre un fondo blanco. Pero la figura de la derecha presenta una dispersión de la línea figural que contiene su identidad visual, provocando la misma rarefacción que sufren las imágenes en vídeo de Fred.
Cuadro de David Lynch - Figura 11
16. El cuadro se muestra en el documental David Lynch: The art life (Rick Barnes, Jon Nguyen, Olivia Neergaard–Holm, 2016), del que se ha capturado el fotograma.
Esta transición desde el espejo ha sido ya estudiada, y Jacques Aumont señala que en el cine la época del espejo fue sustituida progresivamente por la época del vídeo, “otra herramienta para desdoblar el mundo”. (17) Pero, más importante aún, quizá no sea el desdoblamiento la figura que mejor describe este desplazamiento, ya que, como el propio Aumont apunta, se crea una relación:
…en términos de fantasma: así como el espejo amenazaba sin cesar con ejercer su autonomía para fabricar mi doble, la videocámara se evade de mi mano, se hace omnipresente, me vigila en las bocacalles, en las puertas de las habitaciones o en las habitaciones mismas, hace de mí mil imágenes que no he deseado y que se ponen a responder a las que me reflejan, eliminándome cada vez un poco más de su circulación. (18)
17. AUMONT, Jacques, Materia de imágenes, redux, op. cit., p.85.
18. Ibíd, p.86.