LA CARTA PINTADA: INFORME DE LA AUSENCIA
Carmen Pinedo Herrero
Ida leyendo una carta, Vilhelm Hammmershoi (1891)
Una persona lee o escribe en una habitación. Absorta en el papel que reposa sobre una mesa o sostiene entre las manos, no parece advertir nuestra presencia. ¿Acaso finge no darse cuenta de que la observamos? ¿Su actitud abstraída no es más que una pose como cualquier otra o, por el contrario, es auténtico su ensimismamiento? No importa; centrémonos en el papel. ¿Qué tipo de texto atrapa de ese modo a quien lo lee o lo escribe? ¿Es un poema? Podría serlo, por qué no. Sin embargo sabemos, por el título del cuadro, que es una carta. Ya tenemos algo que nos sirve como punto de partida: una o más personas, una carta, una habitación. [...]
Mujer escribiendo una carta, Pietro Antonio Rotari (1755)
Esa otra persona, descubrimos a veces, ni siquiera está en el lienzo, sino frente a él: somos nosotros, los espectadores de la obra, inmersos en ella a través de la mirada y la sonrisa que nos dirige el personaje representado. ¿Entendéis lo que escribo? Sí, lo entendemos. [...]
