Estética teatral (masoquista)
en Las amargas lágrimas de Petra Von Kant (1972)
en Las amargas lágrimas de Petra Von Kant (1972)
Aunque la historia del cine pueda verse como un intento de liberación de la concepción clásica teatral, el teatro en la modernidad fue una fuente de inspiración temática y estilística para muchos cineastas, como Ingmar Bergman, Jacques Rivette o Rainer Werner Fassbinder. La influencia del teatro en el cine moderno se hizo evidente en las películas que tenían lugar en espacios cerrados con pocos personajes, buscando una reducción de las historias a situaciones dramáticas concretas, en la utilización de modos de actuar exagerados y poco naturalistas o en los decorados con iluminaciones expresivas. (1) La teatralidad en la modernidad apareció como una forma de abstracción más que como un tipo de realismo que permitía al cineasta distanciarse de la realidad centrándose en los dramas psicológicos y en la corporalidad de los actores. La vinculación entre cine moderno y el teatro surgió como un intento de renovar y regenerar el cine utilizando la forma teatral para sus propios fines. (2) Los cineastas de la modernidad no querían filmar el teatro en el cine sino hacer un cine como teatro. De esta forma lograron una teatralización más profunda que el teatro a través de las melodramáticas actitudes y poses del cuerpo que generaban una imagen afectiva capaz de detener la lógica narrativa. (3)
1. KOVÁCS, András Balint, Screening Modernism: European Art Cinema, 1950-1980, Chicago: University of Chicago Press, 2007, pp.238-241.
2. GONZÁLEZ ABUÍN, Anxo, El teatro en el cine: Estudio de una relación intermedial, Madrid: Cátedra, 2012.
3. DELEUZE, Gilles, Imagen-tiempo. Estudios sobre cine 2, Barcelona: Paidós, 1987.
Las amargas lágrimas de Petra Von Kant (Die bitteren Tränen der Petra von Kant, 1972) tiene bastantes rasgos estilísticos teatrales, como la división de la película en cinco actos claramente delimitados o el confinamiento de la acción a conversaciones en un espacio cerrado. Sin embargo, la película va más allá de ser un mero teatro filmado sino una película que realiza la posibilidad del cine como performance propia de la modernidad. (4) Para Elena del Río la diferencia entre el teatro y la performance está en que el primero no puede escapar de la representación mimética narrativa, y la segunda, gracias a la exploración de cuerpo en el espacio y el tiempo, sí que se puede liberarse de la ilusión representativa. La artificialidad teatral de Las amargas lágrimas de Petra Von Kant revela la naturalidad clásica como una construcción. El espacio de la película parece un tableau vivant en el que cada gesto y movimiento parece detenido y enfatizado a través de los encuadres, las luces y la actuación corporal de las actrices. A pesar de ese efecto de pintura viva, Fassbinder no busca eliminar ni el drama ni la narración, sino un enriquecimiento gracias a la introducción de un tipo de imágenes y afectos que están más allá de la lógica narrativa y textual. La relación entre teatro y cine, que para el teórico formalista ruso Eichenbaum representaba la dualidad entre lo verbal y lo visual, reaparece en la obra de Fassbinder no como oposición sino como cooperación o reconciliación. Lo teatral, en la obra del cineasta alemán, ayuda a que el cine rompa con la concepción de la imagen en términos exclusivamente narrativos y representacionales, devolviendo a esta su vitalidad [...]
4. RÍO, Elena del, Deleuze and the Cinema of Performance: Powers of Affection, Edimburgo: Edimburgh U. P., 2009.