Los nuevos usuarios
ante los contenidos audiovisuales
ante los contenidos audiovisuales
Germán Llorca-Abad
Hemos recorrido un corto pero intenso camino desde la introducción de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en nuestra cotidianidad. En poco más de diez años, se ha dado una proliferación de pantallas que están presentes en buena parte de nuestras actividades y rutinas diarias. Esta situación tiene aún mucho de transitoria, sin embargo, comenzamos a percibir cambios importantes en la relación existente entre los usuarios y las narraciones audiovisuales. La linealidad en la lectura audiovisual, típica del cine y la televisión de la pasada centuria, está siendo substituida por un tipo de consumo asincrónico, fragmentario, que obliga a repensar los vínculos existentes entre el lector y la obra (Llorca-Abad, «Los contenidos audiovisuales transmediáticos ante los nuevos tipos de usuario», Obra Digital, febrero, 8, 2015, pp.137-154.
En este proceso se dan cita muchos elementos que son susceptibles de análisis y que ya estaban presentes en la temprana descripción de Jenkins, H. («Transmedia storytelling», MIT Techology Review, enero<https://www.technologyreview.com/s/401760/transmedia-storytelling/>, 2003). Este autor determinaba la importancia de lo tecnológico, lo colaborativo, lo industrial-económico y la emergencia de nuevos tipos de usuarios en relación con los contenidos audiovisuales. El concepto de transmedia comenzó a consolidarse a medida que seguía avanzando la evolución de todas estas cuestiones desde una doble perspectiva. En primer lugar, una convergencia entre los dispositivos tecnológicos y los contenidos. En segundo lugar, una convergencia con los usuarios. Esto ha dado lugar a un interesante debate que ha sido analizado por otros muchos autores (Piscitelli, A., Internet: la imprenta del siglo XXI, Barcelona: Gedisa, 2009; Pratten, R., Getting Started in Transmedia Storytelling: A Practical Guide for Beginners, Boston: Conducttr., 2011; Scolari, C., Narrativas transmedia, Barcelona: Deusto, 2013).
Esta realidad no desplaza definitivamente otros tipos de interacción con las narraciones audiovisuales. Las lógicas convencionales del cine, la televisión y hasta de los video-juegos siguen estando vigentes para millones de usuarios. Sí que se constata una profunda implicación de las cuestiones generacionales en la evolución de los hechos. No obstante, es imprescindible apuntar un denominador común y es que lo audiovisual cada vez está más presente como base de los procesos comunicativos. El informe Cisco VNI Mobile (2017) recoge un aumento casi exponencial en el tráfico de vídeo en Internet desde 2016, destacando una ratio anual cercana al 30%. Este incremento repercute sobre otros modos de ver e indica un cambio en los patrones de uso, sobre todo, del cine y la televisión convencionales. A medida que aumenta el consumo de relatos cinematográficos y televisivos, cambian las formas mediante las cuales los usuarios se relacionan con ellos [...]
En este proceso se dan cita muchos elementos que son susceptibles de análisis y que ya estaban presentes en la temprana descripción de Jenkins, H. («Transmedia storytelling», MIT Techology Review, enero<https://www.technologyreview.com/s/401760/transmedia-storytelling/>, 2003). Este autor determinaba la importancia de lo tecnológico, lo colaborativo, lo industrial-económico y la emergencia de nuevos tipos de usuarios en relación con los contenidos audiovisuales. El concepto de transmedia comenzó a consolidarse a medida que seguía avanzando la evolución de todas estas cuestiones desde una doble perspectiva. En primer lugar, una convergencia entre los dispositivos tecnológicos y los contenidos. En segundo lugar, una convergencia con los usuarios. Esto ha dado lugar a un interesante debate que ha sido analizado por otros muchos autores (Piscitelli, A., Internet: la imprenta del siglo XXI, Barcelona: Gedisa, 2009; Pratten, R., Getting Started in Transmedia Storytelling: A Practical Guide for Beginners, Boston: Conducttr., 2011; Scolari, C., Narrativas transmedia, Barcelona: Deusto, 2013).
Esta realidad no desplaza definitivamente otros tipos de interacción con las narraciones audiovisuales. Las lógicas convencionales del cine, la televisión y hasta de los video-juegos siguen estando vigentes para millones de usuarios. Sí que se constata una profunda implicación de las cuestiones generacionales en la evolución de los hechos. No obstante, es imprescindible apuntar un denominador común y es que lo audiovisual cada vez está más presente como base de los procesos comunicativos. El informe Cisco VNI Mobile (2017) recoge un aumento casi exponencial en el tráfico de vídeo en Internet desde 2016, destacando una ratio anual cercana al 30%. Este incremento repercute sobre otros modos de ver e indica un cambio en los patrones de uso, sobre todo, del cine y la televisión convencionales. A medida que aumenta el consumo de relatos cinematográficos y televisivos, cambian las formas mediante las cuales los usuarios se relacionan con ellos [...]