Botonera

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11.4.18

V. "MELANCOLÍA" - COSMÓPOLIS: LA CIUDAD MELANCÓLICA



David Cronenberg, Cosmópolis, 2012




La parte racional no existe en nosotros
desde el principio en su perfección última y en acto.
Averroes


No hay rascacielos ni figuras geométricas que completen el sueño vertical y soberano de Manhattan. No hay nada de eso. Desde el sofisticado sofá de la limusina uno mira con la cara apoyada en la ventana como quien se entrega a la luz de una pantalla. Es como si empezara una película. En el espectáculo de sus formas se descubre, como en la pintura inicial, que las acciones se resuelven en una producción infinita de materia sensible. Aquello que olemos, que escuchamos, las cosas que deseamos o anhelamos se objetivan en trazos, en sustancia efímera que fluye. Y no para, no puede parar. Sometida a su propio movimiento, todo lo sensible –sonidos, luces, olores– es una sustancia refractaria a lo que se da como destino irreparable: el neón, las ratas, el dinero. Todo aquello que desfila bajo la mirada del multimillonario punk de Cosmópolis está sometido a un cambio instantáneo que confiere a su exposición un sentido que va más allá de toda representación convencional. Todo lo que se somete a la mirada es, y todo excede, rebasa, supera; su elemento son las llamas, dice Eric en varias ocasiones [...]

La ciudad melancólica.
Apuntes sobre Cosmópolis
José Miguel Burgos