[...] entre una gran soledad y comunicación a todos los niveles, el trabajo de Jean-Luc Godard parece hacer intervenir la cita como palabrería y ornamento: dos maneras de enmascararse, de ocultarse; una, para desaparecer en la sub-exposición; la otra, para desaparecer en la sobre-exposición. La cita despersonaliza la palabra, crea un distanciamiento –Bertolt Brecht sigue siendo uno de los grandes practicantes de la estrategia citacional– y produce, al mismo tiempo, numerosos efectos de sentido, asegurando al “citador” el pleno dominio de los discursos enredados: quien cita siempre tiene un tiempo de ventaja sobre su interlocutor, debido al recurso a la autoridad que hace surgir.