http://textosred.blogspot.com.es/2016/05/comunicado-de-shangrila-textos-aparte.html,
ampliamos el mismo con lo siguiente:
10 de mayo de 2016
1. El pasado día 4 del presente
mes de mayo, miércoles, Francisco Algarín Navarro publicó en su Facebook una entrada (captura de
pantalla nº 1) en la que calificó como “vergonzosa” y “molesta” nuestra edición
y traducción del nº 37 de la revista Trafic,
dedicado a Serge Daney (Serge Daney.
Después, con). Francisco Algarín Navarro compartió el contenido de su
entrada con algunos de los autores de los ensayos del libro original en francés
cuya dirección de Facebook tenía
disponible, mencionando también a los restantes. La traducción de la entrada de
la captura de pantalla nº 1 antes referida es la siguiente:
“[se insertan direcciones de Facebook y nombres de autores del texto original en francés] tanto la edición como la traducción de este
maravilloso número colectivo de Trafic, que aquí resulta vergonzosa y molesta [con error de sintaxis en el original]. Me pregunto si alguien los consultó. Estas ediciones son una distorsión
absoluta del pensamiento de Daney. Ahora
es la tercera vez, luego de Pérséverance y Le Salaire du zappeurˮ
Captura de pantalla nº 1:
En los comentarios a dicha entrada (ver capturas de pantalla nº 2 y
3), Francisco Algarín Navarro adhirió expresamente a comentarios relativos a
“la pasta” que “le dan” a Shangrila Textos Aparte y confirmo un comentario que decía
que “algo huele mal” en esta última.
Captura de pantalla nº 2:
Captura de pantalla nº 3:
2. Como manifestamos en nuestro
comunicado anterior, con una detallada descripción de la distribución, envío
por correo y entrega a dicha fecha de ejemplares del libro antes citado, era imposible
que Francisco Algarín Navarro tuviera en su poder un ejemplar del mismo en el
momento de publicar en Facebook la
entrada objeto de la captura de pantalla nº 1. Agregábamos al respecto que lo
expuesto dejaba en evidencia a quien hubiera efectuado una crítica del libro a
dicha fecha, en los siguientes términos: “7.
Lo expuesto deja en evidencia tanto a quien así haya actuado como sus
intenciones, al margen de las consideraciones críticas que se hagan sobre el
libro cuando esté distribuido o entregado, en el marco del derecho a la
libertad de expresión, que por cierto excluye comportamientos injuriosos o
difamatorios, así como conductas de competencia desleal. Que cada uno saque sus
conclusiones”. Asimismo, detallábamos el procedimiento de ayudas y
subvenciones otorgadas a Shangrila Textos Aparte, en reconocimiento a su calidad
editorial.
3. En el mismo día de ayer,
lunes, 9 de mayo, en el que dimos a conocer nuestro primer comunicado (http://textosred.blogspot.com.es/2016/05/comunicado-de-shangrila-textos-aparte.html), observamos que a mediodía el texto de la entrada
en cuestión en el Facebook de
Francisco Algarín Navarro se había modificado (captura de pantalla nº 4). Solo
hay que comparar esa captura de pantalla nº 4 con la captura de pantalla nº 1.
Captura de pantalla nº 4:
Como puede comprobarse, se eliminan las referencias directas al
libro en cuestión y se disfraza la crítica como si solo se hiciera referencia a
las traducciones de los libros de Serge Daney publicadas por Shangrila Textos
Aparte, Perseverancia y El salario del zapeador. Lo expuesto no
constituye una mera “edición” del contenido original de la entrada, sino una
modificación deliberadamente efectuada a fin de ocultar el hecho de que se
criticaba un libro que no se había leído, y ni siquiera visto, es decir, un
hecho que por sí mismo revela una
absoluta falta de ética personal y profesional (conforme información pública y
notoria, Francisco Algarín Navarro es director de la revista Lumière).
4. Como si lo expuesto no fuera
suficiente, Francisco Algarín Navarro continuó “editando” la entrada en
cuestión, no una sino dos veces (véanse las capturas de pantalla nº 5 y 6).
Afirmó en principio que no se refería a nuestra traducción de Trafic 37 sino a nuestras traducciones
de los libros de Serge Daney publicadas hasta la fecha (lo que resulta a todas
luces falso, además de cínico y temerario, dado el contenido claro e
incontrovertible de su “entrada” inicial –ver captura de pantalla nº 1), para
reconocer finalmente que no ha leído nuestro libro, pidiendo unas confusas
disculpas. Asimismo, agregó comentarios a su entrada original “editada” (esto
es, deliberadamente modificada para esconder su falta de ética frente a todo
aquel que pudiera haberla leído, incluidos especialmente los autores cuyas
direcciones de Facebook insertó en la
misma), llegando al extremo de incluir un enlace a nuestro comunicado “porque
tenemos derecho a réplica” (captura de pantalla nº 7). Increíblemente,
Francisco Algarín Navarro, en un alarde de cinismo, nos concede “derecho a
réplica” luego de haber mentido burdamente, con copia a los autores de los
textos originales cuya traducción no leyó. ¿Se puede ser más cínico? Sí, se
puede. Para cerrar el círculo de
la desfachatez, añade en un comentario que no entiende la necesidad de enviar
un mailing con un comunicado en vez
de entrar y debatir en su propio Facebook.
Como si una conducta de flagrante falta de ética personal y profesional, una
burda mentira, pudiera ser objeto de debate.
Captura de pantalla nº 5:
5. Tal como surge claramente de
las sucesivas “ediciones” de su falaz entrada inicial, Francisco Algarín
Navarro edulcoró poco a poco su texto hasta introducir una apostilla inicial en
la que, envuelto ahora “en piel de cordero”, reconoce su falsedad y afirma,
nuevamente con total desfachatez: “Igual que estamos aquí para difundir el
trabajo bien hecho, también estamos aquí para enunciar el que no está bien
hecho”. ¿Cómo se puede tener la cara de decir eso después de publicar el texto
inicial (ver nuevamente captura de pantalla nº 1) sin tener el libro respectivo
en las manos y sin haberlo leído? Por otra parte, en sus sucesivos
“comentarios” a la entrada arteramente manipulada, Francisco Algarín Navarro amplía
sus críticas a otras publicaciones de Shangrila Textos Aparte (incluida una
descalificación general a la traducción de “El cuerpo del cine”, de Raymond
Bellour, que ha sido especialmente elogiada en diversos espacios), lo que no
sería en absoluto objetable si no partiera de un lugar de absoluta falta de
ética y seriedad.
6. Por otra parte, recomendamos
leer en el Facebook de Francisco
Algarín Navarro, en esa misma entrada, los últimos intercambios de comentarios
con otra persona. Una vez más vuelven a ser reveladoras sus palabras. A este
señor está claro que le pierde la boca.
7. Recogida la entrada inicial
y la secuencia de cambios efectuados en la misma en el Facebook de Francisco Algarín Navarro y emplazando nuevamente a que
cada uno saque sus propias conclusiones, manifestamos lo siguiente:
I
Por supuesto
que quien así lo considere puede criticar las ediciones de nuestros libros y
opinar sobre ellas lo que tenga a bien. Nosotros mismos recogemos las reseñas
que se publican sobre nuestros libros, sean favorables o desfavorables, y
reproducimos en nuestro Facebook el enlace
correspondiente o su imagen, para que puedan leerse.
Una situación
totalmente distinta es mentir, como
en la entrada del Facebook de
Francisco Algarín Navarro, aconsejando “huir” de un libro que jamás se vio,
dada su “vergonzosa” edición y traducción, con el evidente y único motivo de
dañarnos y lanzar descalificaciones gruesas y generales sobre nuestras
publicaciones, tal como se observa en sus sucesivos comentarios. En uno de
ellos (que luego, una vez puesto
al descubierto, borró) hasta llegó a preguntarse, socarronamente, si
“entendíamos el francés”, porque entendíamos que no dijo lo que claramente dijo
en la versión original de su entrada de Facebook
(ver captura de pantalla nº 1). Creemos entender el francés. Y estamos seguros
de no mentir, ni en francés ni en español. Ni cuando hacemos libros o revistas,
ni cuando hablamos en Facebook. No existen espacios “mayores” o “menores”,
impresos o digitales, para la mentira.
La velocidad
con la que Francisco Algarín Navarro ha ido modificando lo que iba diciendo ha
sido vertiginosa, la misma velocidad de “vértigo” de su incontinencia en el
ataque a Shangrila Textos Aparte, que no hace sino dejarlo al descubierto.
Ayer recibimos
un correo de Revista Lumière. Vaya
por delante que no tenemos nada contra la misma. Asume una línea editorial, tal
como Shangrila Textos Aparte asume la suya. Nunca se habrá visto un comentario
nuestro en su contra, ya que siempre hemos mantenido una postura de respeto. En
dicho correo se dice: “No nos encontramos en ninguna situación de
competencia. Es evidente que Lumière y Shangri-la están en lugares diferentes”.
Al margen de que con el correo se extiende el “desencuentro” a
Lumière-Shangrila, algo que no entendemos porque quien ha realizado lo que ha
realizado lo ha hecho a título personal, no podemos más que coincidir: Lumière
y Shangrila están en lugares diferentes en su actividad editorial. Pero de lo
que no queda duda es de que quienes están en lugares diferentes, en materia de
ética personal y profesional, son Francisco Algarín Navarro y Shangrila Textos
Aparte. Francisco Algarín Navarro
ha mentido con el fin de hacer daño de manera consciente y alevosa. Nosotros
desarrollamos una labor, mejor o peor, pero sin intención de hacer daño a nadie
ni hacer ni decir nada que venga a decir lo contrario.
II
Nuestro
asombro inicial al ver la entrada publicada por el señor Francisco Algarín
Navarro nos llevó a calibrar una respuesta y decidimos, en ese primer momento,
no responder, e ignorar una conducta que se descalifica por sí misma. Pero
luego, dadas las muestras de afecto y apoyo recibidas y el hecho de que muchas
personas coincidían en que nuestro silencio podía parecer un consentimiento de
dicha conducta, decidimos dar un paso al frente, principalmente por un motivo:
Shangrila
Textos Aparte cumplirá en el mes de septiembre próximo diez años de existencia.
Diez años muy duros y con mucho trabajo y esfuerzo de personas que nos hemos
dejado la piel en el empeño, mejor o peor, con pocos o muchos errores, por
supuesto. No podíamos permitir que una persona mienta y realice
descalificaciones generales y gruesas en aras únicamente de hacernos daño. Por
quienes formamos Shangrila Textos Aparte y por aquellas otras personas que
colaboran con nosotros y por los autores que depositan también en nosotros su confianza, no podíamos quedarnos callados y no dar una respuesta.
Lo dijimos
ayer en nuestro comunicado y lo repetimos ahora:
Shangrila
Textos Aparte considera que si existe un espacio en construcción como el suyo
en los tiempos que corren, el mismo debería ser motivo para buscar lazos
comunicantes que puedan resultar beneficiosos para todos aquellos que tienen
relación con su actividad y objeto, y no para buscar la confrontación a través de
actuaciones de dudoso comportamiento ético. Si por algo se caracteriza
Shangrila Textos Aparte es por respetar toda actividad y línea editorial, por
muy contrapuesta que sea a la suya.
Es más,
siempre hemos estado, y seguimos estando, abiertos a propuestas y a crear esos
lazos comunicantes. Pero no es un lazo comunicante ni que se nos ignore ni que
se nos ataque de una forma tan ruin como se ha hecho.
Cerramos aquí
públicamente este desagradable
“desencuentro” y, tal como dijimos ayer en nuestro comunicado, hacemos reserva
de cualquier otra actuación que estimemos oportuna.
Shangrila
Textos Aparte