Teniente corrupto (2009)
(...) La cinta arranca entre las ruinas. Una ciudad (Nueva Orleans) después del Huracán Katrina ha sido, literalmente, arrasada por el agua. Queda convertida en una suerte de horrendo acuario gigantesco ante la comunidad internacional, que corre a desplegar sus mecanismos compasivos y de ayuda humanitaria. Sin embargo, en los sótanos de la tragedia, en las habitaciones tenuemente iluminadas, se arrastran las verdaderas víctimas, seres/anfibios que coleccionan los retazos de una vida arrasada y ante la que, ya lo saben, no habrá piedad alguna.
Teniente corrupto comienza con un acto heroico protagonizado por un hombre anodino: un policía que intenta salvar a un preso de perecer ahogado por el agua y, como contrapartida, acabará sufriendo una lesión y enganchándose a todo tipo de estupefacientes. Para más datos, la salvación es borrada del metraje con una suerte de violentísima elipsis que nos hurta las imágenes.
Herzog, podemos empezar en esta dirección, no tiene el menor interés por la vieja figura del héroe. De hecho, toda su película no deja de ser una suerte de reflexión irónica sobre el territorio del después, ese espacio de duda que se abre una vez que se clausura el relato clásico y que, por poner un único ejemplo, John Ford había solucionado de manera magistral tras el cierre final de la puerta en Centauros del desierto (The searchers, 1956). El héroe queda expulsado de los núcleos de significado que él mismo ha construido, y a su espalda sólo queda ese desierto de un vagar interminable (...)
Herzog, podemos empezar en esta dirección, no tiene el menor interés por la vieja figura del héroe. De hecho, toda su película no deja de ser una suerte de reflexión irónica sobre el territorio del después, ese espacio de duda que se abre una vez que se clausura el relato clásico y que, por poner un único ejemplo, John Ford había solucionado de manera magistral tras el cierre final de la puerta en Centauros del desierto (The searchers, 1956). El héroe queda expulsado de los núcleos de significado que él mismo ha construido, y a su espalda sólo queda ese desierto de un vagar interminable (...)
La mirada de la iguana: Narrativas
audiovisuales dislocadas en Teniente corrupto (2009)
audiovisuales dislocadas en Teniente corrupto (2009)
Aarón Rodríguez Serrano
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Trayectos libros - 448 páginas
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