Lektionen in finsternis (1992)
(...) No puede decirse que Werner Herzog sea un antropólogo ni siquiera un etnólogo: no pretende estudiar al ser humano, ni sus costumbres o su cultura. En realidad ha confesado reiteradamente su desprecio por la psicología, desprecio que seguramente se haría extensible a otras ciencias afines, si se le forzara a considerarlas. Se dice que Herzog es un visionario, pero en realidad es algo más que eso. Un visionario es aquel cuya imaginación alcanza más allá de los límites de la visión establecida, la visión considerada normal, lógica o hegemónica. Y visionario es también aquel que se ve a sí mismo en el objeto de su mirada y que, a través de esa presencia propia en el otro y lo otro, acaba extrayendo de estas apariencias las verdades más profundas posibles. Herzog se ajusta a estas descripciones, pero no se limita a ver, sino que instaura los límites de lo visible según los cánones que establece su capacidad visionaria, que se alimenta de una excepcional fuerza de voluntad.
La labor artística se ha encargado siempre de hacer visibles las alucinaciones, que llegan al público amparadas por el velo de la fantasía, antídoto perfecto para que las visiones del abismo sean asumibles por las mentes formadas en el seno del sentido común. Pero el proverbial naturalismo cinematográfico ha acrecentado la intensidad de las alucinaciones, que con él han traspasado el umbral de lo fantástico y se han acercado inquietantemente a la vida cotidiana. Y en el seno del cine, el documental ha terminado por consolidar este acercamiento entre los dos mundos antitéticos, poniendo de manifiesto además la capacidad epistemológica de las alucinaciones. Al parecer, nada es más incompatible con el cine documental que un visionario, y sin embargo, cuando uno de ellos penetra, como Herzog, en ese recinto sacrosanto, tiemblan las columnas del templo y el edificio se derrumba, dejando ver los paisajes inusitados que rodeaban sus velados muros (...)
"El mundo como metáfora.
La antropología alucinada de Werner Herzog"
La antropología alucinada de Werner Herzog"
Josep M. Català Doménech
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