Botonera

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31.5.15

XIII. "ESPEJOS EN AUSCHWITZ. APUNTES SOBRE CINE Y HOLOCAUSTO", AARÓN RODRÍGUEZ SERRANO, Contracampo libros 13, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2015.







Rodaje de Noche y niebla (Nuit et brouillard, Alain Resnais, 1955)






(...) pensar las imágenes de la liberación nos exige ahora un cierto esfuerzo por escapar de lugares comunes y nos obliga a plantearnos algunos problemas mayores de la representación. En primer lugar, vale la pena recordar que, como señalábamos en anteriores capítulos, la expresión “ponerse en el lugar de la víctima” queda completamente desactivada al trasluz de las imágenes que traemos a colación. No hay mecanismo alguno de empatía en las imágenes de la liberación, salvo, por supuesto, en aquellos montajes de la liberación de Auschwitz manipulados por el Ejército Rojo en los que se fuerza al espectador, mediante una apropiación del montaje de atracciones, a ser parte pasiva de la fuerza arrebatadora de la ideología revolucionaria. Del mismo modo, vale decirlo, las imágenes de los campos ni siquiera son una garantía de verdad histórica o, mejor dicho, de una verdad histórica total. Por poner un simple ejemplo, las famosas imágenes de Bergen-Belsen (los bulldozers arrastrando los cadáveres en las fosas, los soldados alemanes cargando cuerpos…) fueron registradas en un momento histórico en el que las circunstancias de habitabilidad del campo (tasas de ocupación, hambre y enfermedad) superaban, con creces, las que el campo había experimentado durante la guerra. Antes bien, lo que las cámaras aliadas recogieron fue la suma de cuerpos que habían sido expulsados mediante las marchas de la muerte de otros campos anexos.

Con esto no queremos señalar que las imágenes utilizadas por Resnais en
Noche y niebla (Nuit et brouillard, 1955) fueran falsas sino, antes bien, que apenas ofrecen un parpadeo, un segundo congelado en la terrible historia total de Bergen-Belsen, una especie de cima del horror que nos ha obligado, frente a los constantes ataques negacionistas, a intentar entender con absoluta precisión el origen, el anclaje histórico, la problemática del decir de cada uno de los planos. La simple colisión que se establece en la cinta del director francés entre sus imágenes rodadas en Auschwitz y el uso indiscriminado de materiales de archivo genera una cierta verdad –la verdad de Resnais y de Jean Cayrol, su expresión y su voluntarioso y valiente decir sobre los campos– pero a su vez genera un reto para los historiadores que quieren entender, pese a todo, esas imágenes (...)


Espejos en Auschwitz
Aarón Rodríguez Serrano