La publicidad no es el alma del mercado sino una de las infinitas voces de la ciudad. O mejor dicho: es el dialecto principal que hoy hablan las piedras.
(...)
Si mercancía y publicidad son realidades naturalmente políticas es porque una ciudad es el lugar en el que se habla de las cosas y, al mismo tiempo, el espacio metafísico en el que las cosas pueden hablar.
(...)
Si mercancía y publicidad son realidades naturalmente políticas es porque una ciudad es el lugar en el que se habla de las cosas y, al mismo tiempo, el espacio metafísico en el que las cosas pueden hablar.
El bien en las cosas.
La publicidad como discurso moral
Emanuele Coccia
Seguir leyendo en El bien en las cosas