DE ALGUNOS VIAJES A TIERRAS
ANTIGUAS Y DE CUERPOS REENCONTRADOS
ANTIGUAS Y DE CUERPOS REENCONTRADOS
Anne-Violaine Houcke
¡Y la vida antigua! ¡Cómo entenderla si no se siente el placer de la máscara,
la buena conciencia de todo lo que está disfrazado! Es el baño de descanso,
es el consuelo del espíritu antiguo; y quizás era más necesario aún par
los espíritus raros y sublimes que para los vulgares.
Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia, II, 77 (1882)
1. El joven de la primavera, guión “locamente d’anniunziano, completamente bárbaro y sensual. El cuerpo clásico
A Jean Duflot, que le pregunta “¿Cómo llegó al arte cinematográfico?”, Pasolini responde en estos términos:
Comencé a los 17-18 años, escribiendo un guión para el Cine-Guf, organización fascista de la época. Era la historia del retorno de la primavera a través de un personaje mítico, muy d’annunziano, muy teórico, absolutamente decadente: intentaba dar salida a un retorno a la sensualidad y al erotismo. Después de la guerra olvidé completamente ese sueño de adolescente de hacer cine.
El joven de la primavera, primera creación cinematográfica pasoliniana, se inscribe así triplemente en un cuadro fascista: por su fecha probable (1940), por su destinatario (el GUF) y por su inspiración (el decadentismo crepuscular del “Vate” Gabriele D’Aannunnzio). La historia de El joven de la primavera se desarrolla en un cuadro bucólico que presenta todas las características de un locus amoenus: la fuente de agua dulce, la vegetación lujuriosa, el canto de los pájaros, toda suerte de animales, la dulce brisa, los frutos, la música de las flautas de los jóvenes, la atmósfera propicia para la amistad y el amor. Es una especie de Arcadia mítica en la que Pasolini coloca una Acrópolis, un templo griego y un estadio bordeado de estatuas. Es la primavera, y “vemos” una serie de representaciones o cuadros en movimiento que ponen en escena a un Joven, desde el alba hasta la puesta de sol: el encuentro con un joven pastor, luego con un grupo de niños desnudos, el sexo oculto tras una hoja de parra, sentados a la orilla de una fuente y tocando la flauta, el episodio burlesco de un viejo sujetando a dos corderos por la cola, un momento agonístico de lanzadores de jabalina y de disco, el encuentro con una mujer que toca el tar al lado de un estanque donde nadan tres ninfas.
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