ESTENOGRAFÍA
El cine es una invención post-mortem
El cine es una invención post-mortem
El mono de la luz, 16 mm, É́rik Bullot, 2002
Al inicio del filme Sayat Nova, luego de una violenta tormenta, los libros de un monasterio armenio acaban saturados de agua como frutos maduros. Deben posarse sobre ellos piedras pesadas, para presionar el zumo salino que rezuma entre sus páginas. Poco después, los monjes desplazan montones tambaleantes de libros hacia el patio, para que se sequen al aire libre y al sol. Sobre los techos del monasterio, las páginas de los infolios abiertos se agitan al viento. Un niño, a quien un viejo monje ha recordado la naturaleza espiritual e inmemorial del libro, se tiende sobre sus espaldas extendiendo los brazos en medio de los manuscritos palpitantes. Esta imagen (los techos del monasterio, los libros abiertos, el niño en cruz) es una de las imágenes más sobrecogedoras del filme de Paradjanov. Siempre me impactó ese plano que conjuga la belleza plástica con la excentricidad de la situación y la audacia de una vista aérea. Esta imagen ofrece, por supuesto, una metáfora posible del filme. A semejanza del viento sobre las páginas de los grimorios, Sayat Nova tiene por vocación animar las miniaturas armenias. Gracias al balanceo repetitivo de los cuerpos, al vértigo general de las figuras, a la coreografía silenciosa de las escenas, el filme consigue, en efecto, animar la pose hierática de las iluminaciones medievales, mediante una suerte de estremecimiento encantado. El filme consuma el libro, es su renacimiento tras la escena del diluvio y la catástrofe, cepilla a contrapelo la memoria armenia, actualiza la lección del libro. ¿Por qué elegí, para empezar a hablar de la cuestión del cine, una imagen tan enigmática, tan profundamente irónica, a la manera de una alegoría oscura? (...)
Fragmento de "Estenografía"
en El cine es una invención post-mortem, Érik Bullot