Botonera

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20.3.15

XVII. "EL CINE ES UNA INVENCIÓN POST-MORTEM", ÉRIK BULLOT, Contracampo libros 9, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2015.





 LA TEORÍA Y LAS CITAS
(ACERCA DE ALGUNAS PELÍCULAS DE RAÚL RUIZ)
El cine es una invención post-mortem
Érik Bullot


La ville des pirates, Raúl Ruiz, 1983



El cine según Raúl Ruiz se caracteriza por su poder de metamorfosis. Médium mágico, a veces chamánico, para retomar la expresión del cineasta chileno, que “nos hace viajar hacia un más allá donde habitan los fantasmas del tiempo perdido”. Jugando de manera paradójica con los parámetros del espacio y el tiempo, los personajes oscilan entre la ubicuidad y la obsesión. Los cuerpos se diseminan o se fragmentan, las identidades se intercambian, los muertos regresan a visitarnos. La inestabilidad narrativa generalizada agrava estas perturbaciones de la personalidad. Sujetos a leyes combinatorias, bifurcaciones repentinas, inversiones de situación, repeticiones, los relatos son sinuosos, complejos, singulares, están dotados de onirismo. Reconocemos este poder de metamorfosis en los numerosos préstamos culturales que ilustran su filmografía, con su diversidad de lugares de producción (Chile, Francia, Italia, Portugal, Países Bajos, Suiza, Suecia, Estados Unidos, Taiwán), el carácter políglota de los diálogos (francés, italiano, portugués, inglés, castellano, mandarín, ladino, lengua imaginaria), la mezcla de influencias (árabe, persa, india, china). Una suma de referencias multiculturales que evidencian, mediante el collage, el mestizaje o el plagio, una inclinación por la circulación de las formas. Si hoy es bastante difícil acceder al conjunto de los filmes chilenos de Ruiz, excepto Tres Tristes Tigres (1968) y La colonia penal (1969), debido a la escasez de copias disponibles, podemos observar ese juego de absorción cultural en las películas documentales realizadas por Ruiz poco después de su llegada a Francia en 1974, luego del golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973. Con una especie de ironía iconoclasta, el cineasta se aplica a reflejar la cultura francesa apropiándose de sus lugares comunes: el jardín francés, el parque de Versailles, el castillo de Chambord, las campañas electorales, las emisiones televisivas. Me propongo observar este movimiento de toma en préstamo, de apropiación, incluso de fagocitosis, a través de películas documentales poco conocidas de Ruiz, realizadas en un momento de riqueza creativa de la televisión francesa. Si estas películas esbozan ya numerosos trazos estilísticos propios del cineasta, también nos ayudan a definir mejor, más allá de las simples referencias culturales, el lugar singular de su obra, a mitad de camino entre la producción documental, el filme experimental y el filme de artista.  (...)


Fragmento de "La teoría y las citas"
en El cine es una invención post-mortem, Érik Bullot