EL RAYO A+B
El cine es una invención post-mortem
El cine es una invención post-mortem
Érik Bullot
Reflections on Black, Stan Brakhage, 1955
Propongo un álgebra fulgurante. El rayo es un fenómeno eléctrico que supone el pasaje instantáneo de una corriente entre dos términos de los que el rayo es la suma, si no el producto. ¿Suma o producto? Eisenstein resume en estos términos, en su célebre artículo “Fuera de cuadro”, consagrado al ideograma japonés, la disputa que lo enfrentó a Pudovkin. El montaje no debe contentarse con encadenar planos como si fueran baldosines, escribió; debe transformarlos mediante el proceso de un conflicto dialéctico. “Yo le oponía mi punto de vista: el montaje en tanto que colisión. El punto de impacto donde, del choque de dos temas, surge el pensamiento”. Esta declaración nace en la pluma de Eisenstein cuando evoca el principio del montaje que vislumbra y analiza en la escritura japonesa: “Porque el acoplamiento… digamos, más bien, la combinación de dos jeroglíficos del género más simple no debe ser percibida como su suma sino como su producto, es decir, como una grandeza de otra dimensión, de un orden diferente; si cada uno de ellos, por separado, corresponde a un objeto, a un hecho, su reunión se transforma en el concepto correspondiente”. Eisenstein compara a menudo este juego dialéctico de colisión entre los planos al modelo explosivo en el que el rayo representa la metáfora última y paradójica. Si bien obedece en efecto a una tensión primera, creadora de energía, la deflagración es de una violencia tal que deshace toda figuración. ¿Cómo filmar el rayo? ¿Puede el rayo ofrecer al cine un modo poético de actualización de las imágenes? Tal es el motivo singular que inspira nuestra álgebra. (...)
Fragmento de "El rayo A+B"
en El cine es una invención post-mortem, Érik Bullot