CUANDO LAS IMÁGENES NOS HABLAN.
ALGUNAS PALABRAS A PROPÓSITO DE
EL ÚLTIMO DE LOS INJUSTOS
ALGUNAS PALABRAS A PROPÓSITO DE
EL ÚLTIMO DE LOS INJUSTOS
¿Hay un timbre de la imagen y puede la imagen perder su voz
y relegar el sentido de lo que dice?
Marcel Hanoun
¿Por imagen entendemos una sola cosa, o existen diferentes tipos de imágenes? ¿Qué entendemos por imagen y por imagen cinematográfica? ¿Qué clase de filme se hace sin contar apenas con la imagen, sino principalmente con la palabra? ¿Es posible un filme construido solamente por palabras? ¿Existe la palabra de la imagen como existe la imagen de la palabra? Estas preguntas y otras muchas como estas siguen siendo pertinentes cuando hablamos de cine y de la relación existente entre las imágenes y las palabras o, al decir de Jacques Rancière, cuando hablamos de la distancia entre las imágenes y las palabras cinematográficas.
El prejuicio cinéfilo más básico consiste en negar la palabra cuando algo puede ser mostrado a través de imágenes. Pero todo puede ser mostrado a través de imágenes y sin embargo nadie rechazaría de plano un filme solo por tratarse de una película hablada. En la época muda, los rótulos y los intertítulos eran también imágenes, una imagen de las palabras necesarias para explicar alguna acción o introducir algún lugar o personaje. La palabra se visualizaba y parece que así nada se salía del ámbito de lo estrictamente fílmico. Obviamente también estaban la música y el silencio, el todo o la nada de un acompañamiento de la imagen que en lo básico carecía de sentido cinematográfico, más allá de la capacidad de ornamento que podían tener sobre la imagen del filme. Generalmente, en aquella época del silente, el uso de la música y el silencio (ambos por exceso) era un uso pobre de esos dos grandes recursos del cine (...)