Hiroshima mon amour, Alain Resnais, 1958
Lo que ahí ocurre es precisamente
el silencio, ese lento trabajo de toda mi vida.
Marguerite Duras
Marguerite Duras escribe. El amor en su descarnadura, la música salvaje de la soledad. Más. La infancia quebrada, los harapos familiares. Más. El deseo. El hambre. La muerte. Digo el deseo, el hambre, la muerte, pero ella dice todo el deseo, toda el hambre, toda la muerte. La puerta entreabierta a la pérdida. Dice. Pasa. A la fascinación. Más. Escribe que recuerda, también que olvida. Más. Escribe lo peligroso mismo de escribir.
Pero hay algo que no nombra. (...)
Labrar el silencio y resistir
Alba Ceres Rodrigo