Botonera

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12.4.14

I.




Aunque sea una forma atípica de comenzar esta entrevista, ¿qué piensa del productor de dos de sus películas, Elías Querejeta, ahora que aún está tan cercana la fecha de su muerte, y que muchos de sus compañeros de generación le han saludado como una figura capital de la cultura española?

Creo que Elías Querejeta fue un gran “impostor”; tal vez uno de los más grandes que han existido en el ámbito cultural e intelectual, y, por ese orden. Es cierto que fue el productor español que descubrió a más cineastas, aunque con todos ellos –a excepción de Carlos Saura, que eran como primos hermanos y de la misma categoría intelectual– acabó teniendo problemas. En mi caso concreto, no solo se apropió de la película que más le gustó (Carta de amor de un asesino), sino que además se jactaba de que fuese una película maldita en su filmografía. Creo que eso se correspondía con la trayectoria de este personaje. No hay más que recordar la ruptura del rodaje de El espíritu de la colmena (...) Por otra parte, Querejeta era un personaje de una enorme incultura cinematográfica y cultural, al menos por aquella época. Se pasaba todas las horas del día en el Ministerio de Cultura o en bares y restaurantes para impulsar sus producciones. Claro está, su único bagaje cultural fueron los últimos libros que leyó en San Sebastián, justo antes de desembarcar en Madrid.

Fragmentos de una entrevista a Francisco Regueiro
que publicaremos completa próximamente.