Botonera

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16.12.13

XXVII. "THEO ANGELOPOULOS Y ALGUNAS AFINIDADES ELECTIVAS. EL ESPACIO DE LA TRAGEDIA GRIEGA ", Pere Alberó, Shangrila revista nº 18-19, "Theo Angelopoulos. El paso suspendido: punto de encuentro".




La eternidad y un díaTheo Angelopoulos, 1998




La recepción de la tragedia griega en el mundo contemporáneo se ha visto determinada por tres aspectos tremendamente negativos. En primer lugar, la ruptura en Occidente, a diferencia de Oriente, de una tradición en la que pudieran pervivir ciertas formas escénicas que en su tiempo desarrolló la tragedia ática. En segundo lugar, la flácida e idealizada visión que de ella proyectaron el clasicismo francés y el neoclasicismo alemán. Y, finalmente, que su ámbito de estudio haya recaído, esencialmente, en los departamentos universitarios de filología clásica. La conjunción de estos elementos ha proyectado una idea de la tragedia que apenas ha conseguido apartarse de la letra escrita.

Esta perversión literaria, curiosamente, va en contra del propio texto literario. No es necesario hacer una lectura muy perspicaz de los textos trágicos para descubrir que no solamente no estaban concebidos para ser leídos, sino que en ellos hay una sabiduría escénica que raramente encontraremos en autores teatrales posteriores. Son textos concebidos con la conciencia absoluta de que su finalidad es ser representados en un espacio y con unas condiciones muy precisas. Los mismos autores llegaron a participar como actores, coreutas o directores del coro, así que dominaban todos los recursos para que aquellas palabras se colocaran en función de su futura puesta en escena.

En sus textos se encuentra, claramente, inscrito el espacio escénico y, más aún, aquel otro espacio que sin ser visible va a tener idéntica importancia y participación en la representación. De tal manera que, entre otras lecturas, la tragedia podría ser vista como el resultado de las tensiones y la confrontación entre un espacio escénico visible y otro espacio al margen de la escena, invisible. Una dualidad que se podría interpretar como una variación de lo orgánico y lo aórgico de Hölderlin, o lo apolíneo y dionisíaco nietzscheano. La potenciación de esta confrontación espacial marginó la vía que posteriormente adoptaría el teatro occidental, convocando, ante la mirada del espectador, los diferentes escenarios en los que discurre la acción. 

La acción de la tragedia discurre, esencialmente, en un espacio único. Esto no se puede ver como una falta de recursos o como señal de un estado inicial en el desarrollo escénico. Sirva como justificación que en dos de (...)


Theo Angelopoulos y algunas afinidades electivas.
La tragedia griega
Pere Alberó







THEO ANGELOPOULOS
EL PASO SUSPENDIDO: PUNTO DE ENCUENTRO
Shangrila revista nº 18-19
20x28cm. - 328 páginas